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¿Iglesia protestante, cristiana, o evangélica?

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: ¿Iglesia protestante, cristiana o evangélica? ¿Una cabeza con 3 cuerpos? I parte

Introducción

La biblia nos enseña, con ciertas deficiencias cognitivas y contextuales, que Jesucristo es la cabeza, y los fieles, son el cuerpo de la Iglesia. Empero no se difunde más esta clara realidad del andar evangélico puesto que entre los humanos siempre hay desacuerdos y controversias. Estas insuficiencias pueden presentarse al evaluar, primero, la preparación pastoral; luego, el cuerpo congregacional; y por último e importante, cada individuo y su relación con Jehová.

En esta primera parte se analizará la muy común denominación Iglesia Protestante. Conocida así desde el medioevo, era en la cual el obscurantismo del conocimiento era común entre la plebe (ignorantes) y sus señores feudales (“que creían conocer”). Se verá el origen, las condiciones en la cual surgió el término y cuál sería realmente la iglesia “protestante” analizando la Palabra de Dios.

Ya en la segunda parte, se observarán las otras denominaciones, cristiana y evangélica. Con ello, con la Palabra de Dios como referente, se analizarán los dos términos. Se concluirá si de verdad existen tres denominaciones congregacionales o es una sola.

Una sola iglesia

Jesucristo dejó una sola Iglesia, por ende solo tiene un nombre. Pero de esto se ha hecho y desecho, añadido y quitado, y hasta fundamentado universalidad y derechos o propiedad. Se ha visto erróneamente como una herencia material del Reino de Dios, plagando a la humanidad de errores tras errores. Se cambia el pensamiento de las masas, adoctrinándolas y colocándolas al servicio de algo que no tiene basamento ni sustento, ¡por falta de conocimiento! Y esto se ha hecho desde tiempos ancestrales, donde muchas “autoridades espirituales” aprovecharon para servir de tropiezo al pueblo.

Razón tuvo Simón Bolívar al afirmar que “un pueblo ignorante (sin conocimiento) es instrumento ciego de su propia destrucción”. Llevado a la Iglesia, si el “pueblo de Dios” no lee, no vive ni internaliza la Palabra de Dios, ira derechito al camino de perdición. La Biblia, su palabra, es útil para enseñar (2 Timoteo 3:16) y debemos entender y hacer de manera conforme lo que está escrito en ella (Josué 1:8). Ella es suficiente para poder entender el mundo espiritual, sin quitarle o añadirle nada, y nunca será palabra muerta (Lucas 16:17).

¿Qué ejemplo se puede ver actualmente como una costumbre que contrasta con lo dicho en la Palabra de Dios? Ejemplos claros, hay muchos. Hay que citar dos en especial que tienen mucha tela que cortar. El primero a modo de introducción, y el segundo, el tema de este estudio bíblico. Más aun, se citan porque se interpreta o se crea una especie de propiedad intelectual, a conveniencia, de la Palabra de Dios.

IGLESIA NO ES TEMPLO

El primer ejemplo es sencillo: nombrar edificios o estructuras como algo que no son, y hacer pensar que sí lo son. ¿Quién no conoce una edificación de carácter católico como una Iglesia? Al referirse al Templo de reunión, comúnmente se le denomina como “Iglesia”, dejando de un lado la enseñanza bíblica de Jesucristo.

El problema no es el templo, sino el mal empleo que se ha hecho de la interpretación bíblica. Jesús mismo predico en templos, para poder llamar la atención de los corazones de aquellos que necesitaban un renuevo espiritual (Mateo 4:23; 12:9; Lucas 4:16). Es más, tanto era su celo por el templo de Dios, que expulso a los mercaderes y cambistas (Mateo 21:12).

Quería dejar claro que la Casa de Dios era para orar y hablar con Dios, no un lugar de mercado. Pero no quería deslumbrar el espíritu de una edificación, sino citar al arrepentimiento y restauración a los corazones a los cuales enseñaba.

Se sabe bíblicamente que nuestro amado Señor Jesucristo no era un hombre de “templos”, sino de la libertad de la tierra. Y su palabra de Verdad no estaba atrapada en cuatro paredes, sino abierta a la luz del sol, disponible para todos. Su prédica es el arrepentimiento de corazón, el perdón y la restauración del nuevo hombre, a nivel espiritual, para un acercamiento a Dios.

LA IGLESIA ESTA CONSTITUIDA POR LOS SEGUIDORES DE CRISTO

Muy claro lo expreso Jesús ante Pedro en Mateo 16:18. No es Pedro la Roca que sostiene la Iglesia, Es Jesús, el fundamento, la roca, la base sobre la cual descansa toda la Iglesia. Infiriendo, y tratando de no hacer Eiségesis, se puede decir que la primera piedra de la congregación del Señor es el Apóstol Pedro. Y ahí mismo, también recibió la responsabilidad y autoridad de permitir y prohibir bajo la palabra de Dios. Después, una larguísima lista de personas que han nacido de nuevo para poder vivir el Reino de Dios.

IGLESIA DE UNA SOLA DENOMINACIÓN

Todo lo anterior, a modo de ejemplo, es para introducir sobre el tema del nombramiento de la congregación. Todos, los que han de tener a Jesucristo como su roca de fundamento, son llamados Iglesia. Y así como Él es la roca de fundamento, también es la cabeza. ¿Es bastante complicado entender esto, no? ¿Cómo alguien que afirma ser roca, fundamento, afirma ser cabeza también? Fácil, aquel que protege su rebaño, pues habitamos en su abrigo, moramos en su sombra, y nuestro pie esta firme en Él y no resbalará.

El propósito de este estudio es enseñar que el cuerpo del Señor es uno solo. Su denominación es una sola. Y que las órdenes son solo hacer una tarea. Se analiza, bajo la autoridad de la Palabra de Dios, si alguno de los tres nombres es el que más compete a la iglesia de Dios. ¿Será Iglesia Protestante, Cristiana o Evangélica?

¿CUÁL ES LA IGLESIA PROTESTANTE?

Este es el primer nombre que se considera el más humillante de todos. ¿Protestante? ¿Y de donde viene ese nombre? ¿Existe en verdad una Iglesia Protestante? ¿O serán más bien doctrinas protestantes a la luz de la Palabra de Dios? Hay que tratar de responder estas preguntas para llegar a una primera conclusión.

CONCEPTO DE PROTESTANTE

¿Protestante? Lo primero que se viene a la cabeza es: “una persona que protesta por algo o por alguien”. Bien, se ha definido el 25 % del concepto. Y está plenamente comprobado con referente de jurisdicción sobre definiciones. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE), lo detalla como primer concepto.

Pero lo más gracioso y triste a la vez, es que el 75 % del significado de la palabra, está centrado en doctrina, lo cual es desalentador y nada justo. DRAE conceptualiza esta palabra como perteneciente a la mal llamada “religión protestante”, o que se opuso en la edad medieval al catolicismo romano. 3 de sus significados solo hablan de protestante como aquellos opuestos a la doctrina reinante a nivel espiritual.

Orígenes del adjetivo

Por esto, lo uno lleva a lo otro. ¿De dónde proviene el adjetivo? Pues uno de los conceptos es que el protestante sigue el luteranismo o cualquiera de sus ramas. Martin Lutero, el personaje más relevante y otras figuras emblemáticas de un proceso llamado reforma, fueron los primeros en recibir tal calificación. La reforma, fue un evento social y doctrinal, llevado a cabo en la edad media, aproximadamente desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. Y aun hoy en el mundo contemporáneo, se lleva ese concepto a todas las esferas de la sociedad.

La reforma “protestante”

El objetivo que perseguía la reforma era la oposición al régimen feudal y autoritario de la religión católica y su doctrina. Lutero fue un ávido lector e intérprete fidedigno de la Palabra. Se opuso a la forma negativa, anti bíblica de repartir salvación a través de “indulgencias”, en vivos y muertos, así como a la confesión. El versículo central de este movimiento lleva al antiguo testamento en el libro del profeta Habacuc (Habacuc 2:4). La fe del justo es más que suficiente para vivir. La fe en Jesucristo, hecha en justicia en el nuevo hombre, es suficiente para vivir eternamente.

El punto cumbre de este asunto fue la publicación de las 95 tesis (probatorias) el 31 de Octubre de 1517 en la noche. Lutero, a la luz de la biblia, pudo contrastar y demostrar los errores doctrinales que imperaban en la época. Esta cantidad de tesis se basaron en 5 principios fundamentales, o “solas”. Solo a Dios es la Gloria, Solo gracia, Solo la Escritura, Solo la Fe, Solo Jesucristo. Las “solas” son los principios de un movimiento que transformó la cultura, la religión y la sociedad.

Estos actos hicieron merecedor a Lutero (un fraile católico agustino) de la excomunión a la religión (que honor). Pero con sus actos, germinó la semilla del interés por la Palabra de Dios, tanto en el obscurantismo del conocimiento como hasta hoy día. Sin embargo, se conoce que la realidad mundial religiosa es otra, e influye en todos los ámbitos, hasta conceptuales.

Así, se puede ver el origen de este adjetivo, conceptualizado para los que llevan en el corazón la Fe en Dios y su Palabra.

No existe una Iglesia “Protestante”

Ahora ¿Existe o existió en verdad una Iglesia Protestante? La Iglesia como tal, la definió Jesús en su andar por el mundo. En el antiguo pacto solo se puede inferir este concepto, asimilándolo a través del pueblo de Dios. Es decir, la Iglesia era el pueblo que Él adquirió y escogió para sí. Pero qué pueblo para protestante. Ellos si protestaban por todo. Comida, Agua, Clima, Guerras, y pare de contar.

Dios tuvo que tratar demasiado con su pueblo en el desierto para amoldar su corazón de esclavo conformista criticón. Tuvo que prescindir fuerte y lamentablemente de una generación idolatra, egocéntrica, humanamente disminuida, desconfiada y 100% materialista. Hasta Moisés, su mejor profeta, el hombre más manso sobre la tierra, tuvo su castigo. Aun así, hubo remanentes en todos sus tratos que eran fieles sin cuestionar y mejor, sin protestar.

Ahora, cambiando el testamento, en la Iglesia durante y después de Jesucristo, no hay protesta. Más bien, los que no estaban de acuerdo con Cristo son los que protestaron, pues su incredulidad fue demasiada. Judíos resistentes y gentiles no creyentes, pusieron su empeño en criticar la obra de Dios en Cristo y tacharla de Locura. Ahí hay una protesta enorme. Un inmenso ¿cómo va a ser eso posible?

Si se sigue la Palabra de Dios en obediencia, no debe haber reproches ni protestas. Por ende, La iglesia no puede ser protestante puesto que se encuentra en obediencia absoluta al mandamiento divino. Ese nombre solo proviene de algo materialmente superior que no soporta ser humillado por el poder que detenta.

Sí existen doctrinas y dogmas “protestantes”

La protesta no ha venido ni viene nunca de los creyentes. Aunque el creyente sea tentado, pues es humano, debe vivir en obediencia a Dios y su palabra. Con ello es más que suficiente para no protestar. “la obediencia termina donde comienza el cuestionamiento” y cuestionar es sinónimo de protestar.

La protesta siempre ha venido de los que detentan erróneamente y materialmente el poder espiritual. La “gran ramera” siempre ha puesto de sí para servir de tropezadero a las naciones, haciéndolas pecar. Crea “santos”; admite tradiciones “paganas”; ha creado una biblia complementaria para poder sustentar sus “teorías” sin sustento. De igual modo, está relacionada con el poder político, que está plagado de hipocresía y mentira. Y lo peor, idolatra al 100%, que es lo que más abomina nuestro Señor.

CONCLUSIÓN

Con lo anterior la protesta se centra en hacer lo contrario a lo que enseñó Jesucristo, que luego el Espíritu Santo inspiró a escribir como testimonio. Protestar no es vivir día a día la Palabra de Dios en obediencia.

Protestar es oponerse a la Palabra de Dios, es la mejor manera de ser rebelde. Por ello, no existe una “Iglesia Protestante”. Solo fue un “cliché” puesto por algunos poderosos errados y perdidos para referirse a verdaderos valientes de la fe.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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