La parábola de las diez vírgenes

Las diez vírgenes – Un sentido inmediato y local

Como tantas parábolas de Jesús, esta tiene un sentido inmediato y local, y también un sentido más amplio y universal. En su significado inmediato iba dirigida a los judíos como pueblo elegido por Dios.

Por lo tanto, las diez vírgenes representan en un cuadro parabólico al juicio a la que va ser sometida la nación de Israel para determinar quiénes son el remanente que va a reinar con Cristo en el milenio.

Lo otro es, que no se le debe buscar sentido espiritual a todos los elementos que componen la parábola, ya que cada uno de ellos está basado a la necesidad que arrojo una determinación y que por la cual se dieron circunstancia que abrieron condiciones en la cual se desarrollaron los hechos.

Por lo consiguiente ninguno de los elementos de la parábola tiene un sentido espiritual. Pasemos a estudiar los elementos de la parábola para mayor comprensión.

El aceite: En algunas ocasiones se le dio uso como un combustible para el encendido de lámparas. (Éxodo 25:6. Levítico 24:2.)

En el relato de la parábola, este fue el uso determinante que se le dio al aceite, su función era el del combustible de las lámparas para mantenerlas prendidas. Mateo 25:8. Lucas 12:35.

Parabola de las diez vírgenes error de interpretación Bíblica

Es un horror y error de interpretación Bíblica, alegar que el aceite de las lámparas de las vírgenes era o es tipo del Espíritu Santo. En un supuesto que esto sea posible, entonces el Espíritu Santo se puede comprar con dinero ya que esto es lo que la parábola demuestra.

Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Más las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar,…” Mateos 25:8-10.

Si lo narrado por Jesús en la parábola da la posibilidad de que el aceite es tipo del Espíritu y que en el caso se podía comprar, esto estaría en contraste con la fuerte reprensión y enseñanza que le diera el Apóstol Pedro a Simón el mago al tratar de comprar el Don del Espíritu que se movía en la vida de los discípulos.

Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dineroHechos 8:18-20.

Los que enseñan que el aceite de las lámparas de las vírgenes narrado en la parábola es el Espíritu Santo, en forma intelectual están cayendo en el mismo terreno de Simón el mago como el actor de los hechos, aunque por ignorancia lo hacen pero por igual son culpables.

Por otro lado nunca en la teología afirma que el aceite es tipo del Espíritu. En el Antiguo Pacto se usaba el aceite de oliva mezclado con especies aromáticas para el acto de la unción, pero ese aceite no representaba ni era tipo del Espíritu Santo.

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