b) Modificar la materia
El milagro por sí mismo nos deja ver que en Él está el poder de Dios. La gente comenzó a seguirle por sus palabras y por los milagros y maravillas que hacía. Pero el inicio de todo fue este realizado en las bodas de Caná.
Podemos ver entonces el poder de Dios para modificar la materia si él así lo desea. Esto no es posible según las leyes naturales, pero el poder de Dios está por encima de lo que podemos comprender.
c) El mejor vino (Juan 2:9-10)
Cuando el maestresala probó el vino se dio cuenta que era mejor que el que había servido antes, y llamó al esposo para decirle esto. No hay duda que cuando Dios obra, su obra es perfecta, es buena. Así lo dijo Dios en la creación cuando después de cada una de sus obras dice la biblia “y vio Dios que era bueno”.
2. Milagros de Jesús – Sanidad para el hijo de un siervo del rey (Juan 4:46-54)
Jesús había regresado a Caná, nos lo deja ver claramente el escritor del libro de Juan. Cuando volvió, mucha gente le siguió pues sabían que Jesús había transformado el agua en vino y nos deja ver el Señor que muchos son los que le seguían por los milagros y sin ellos no creerían.
Un oficial vino ante Jesús y le rogó que fuera con él, pues su hijo estaba enfermo. Este oficial creía que si Jesús iba su hijo sanaría. Jesús no accede a ir con él, pero le da la palabra de poder indicando que su hijo estaba sano.
Este hombre regresó a su casa pero creyó en su corazón que el milagro sería hecho (Juan 4:50). Mientras este hombre regresaba a casa vinieron sus siervos a recibirle y le informaron que su hijo estaba mejor.
La enfermedad del hijo era fuerte, pues el padre había indicado al Señor que si no bajaba con él a casa su hijo moriría. Pero había comenzado a sentirse mejor justo en el momento en que Jesús dio la palabra.
En este milagro podemos ver un par de puntos importantes:
a) Jesús no está en el lugar
En este milagro podemos ver la omnipresencia de Dios. Sabemos que Dios está en todo lugar y no es necesario que la presencia física de Jesús estuviera en el sitio para que el milagro fuera hecho.
Dios está en todo lugar, en el mismo lugar donde nos encontramos en este preciso instante está Dios. Al comprender y estar en la omnipresencia de Dios comprendemos cómo adorarle en todo lugar y en todo momento, pues Dios está en todo lugar y en todo tiempo. Es algo que solo Él puede hacer.