Dios busca a personas trabajadoras en su obra. Vemos en el llamado a sus discípulos como los encuentra trabajando. Cada uno de ellos tenía un carácter diferente. En el caso de Pablo era impulsivo en su hablar. Pero Jesús tuvo paciencia con Él y le corregía para que se convirtiera en el líder de la iglesia que posteriormente fue.
Después de haber recibido el Espíritu Santo, Pedro se convirtió en una persona valiente, que sabía lo que debía de hacer y decir, gracias a la guianza que recibe del Espíritu. Aunque después tuvo sus actitudes que pudo mejorar, sin embargo fue humilde, reconociendo que Dios no hace acepción de personas.
Comprendamos que Pedro venía de una tradición que no permitía la relación con otras naciones, pero terminó predicando al mundo la verdad de Jesucristo. Podemos leer sus escritos y de cómo insta a la iglesia a se ejemplo de buena conducta y busca fortalecer la fe de los creyentes.
No hay duda de que el personaje de Pedro no puede pasar desapercibido en las escrituras. En muchas ocasiones Jesús se dirige a Pedro para solventar alguna duda sobre alguna parábola o palabra. Pedro era esa persona que tal vez le era difícil comprender alguna cosa pero no se quedaba callado, sino que preguntaba al Maestro para tener claro el mensaje. De un pescador pasó a convertirse en uno de los líderes de ese movimiento que empezó en una ciudad y pasó a influir en el mundo entero.
Que gran responsabilidad les había dejado Jesús a sus apóstoles, pero no se quedaron solos, sino que vino el Espíritu Santo, y los encontramos luego en la cárcel, pero cantando alabanzas al Señor. Siendo amenazados por todos pero obedeciendo solo a Dios.
De un pescador pasó a ser predicador del reino de Dios a las naciones y testigo fiel de Jesucristo. Confesando ante todos que Él es Dios y dando testimonio. Siendo perseguido pero manteniéndose firme, a pesar de que antes había negado al Señor, no se quedó en esa situación, sino que se arrepiente y viene a ser uno de los hombres más importantes en la iglesia primitiva.
© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.
De mucha edificación para la congregación. Dios les bendiga.
Gracias por sus palabras. Me alegra saber que la enseñanza ha sido de edificación para la congregación. Que Dios continúe bendiciendo su comunidad y fortaleciendo su fe. Bendiciones.