Inicio » Estudios Bíblicos » Obras y frutos

Obras y frutos

Estudios Bíblicos

Predica de Hoy: Obras y frutos

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Gálatas 5:19-21 “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”

INTRODUCCIÓN

Todos tenemos deseos naturales hacia el mal y no los podemos ignorar. A fin de seguir la guía del Espíritu Santo debemos enfrentarlos con decisión (crucificarlos, 5.24).

Estos deseos incluyen pecados obvios tales como inmoralidad sexual y hechicería. También incluyen pecados menos obvios como la ambición, el odio y los celos. El ignorar nuestros pecados o rehusar enfrentarlos revela que no hemos recibido el don del Espíritu que guía y transforma nuestra vida.

Gálatas 5:22-23Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Los frutos del Espíritu es la obra espontánea del Espíritu Santo en nosotros.

El Espíritu produce estos rasgos del carácter que se encuentran en la naturaleza de Cristo. Ellos son el producto del control de Cristo, no podemos obtenerlo por tratar de llevarlos sin su ayuda. Si queremos que el fruto del Espíritu se desarrolle en nuestras vidas, debemos unir nuestra vida a la de El.

El resultado será que cumpliremos con el propósito proyectado de la ley: La carne en cambio esta sujeta a la ley y constantemente se viola por la naturaleza pecaminosa.

Una persona que abunda con el fruto del Espíritu cumple la ley mucho mejor que una persona que observa los rituales y que tiene muy poco amor en su corazón.

LOS FRUTOS DEL AMOR

1 Juan 4:20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?

Es fácil decir que amamos a Dios cuando no nos cuesta nada más que asistir semanalmente a los cultos. Pero la verdadera prueba de nuestro amor a Dios consiste en cómo tratamos a quienes están delante de nosotros.

Amamos a nuestra familia o amigos pero que de aquellos con los que tuvimos alguna diferencia sobre todo con nuestro esposo o esposa de quien nos separamos siendo ya cristianos es AMOR y comunión con Dios pasar por alto la palabra de Dios divorciandonos no solo de nuestro conyugue sino de El. O estar divididos con otras personas por algún problema.

Deja un comentario