El valor del perdón

Martin Moreno

Updated on:

Estudios Biblicos.. CAPÍTULO IX - La Liberación de las Heridas

El valor del perdón

0
(0)

Estudios Biblicos

Prédica de Hoy: El valor del perdón

Texto Biblico:Todo tiene su momento y cada cosa su tiempo bajo el sol: 2 tiempo de nacer y tiempo de morir; tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado; 3 tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir; 4 tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar; 5 tiempo de arrojar piedras y tiempo de recogerlas; tiempo de abrazar y tiempo de separarse; 6 tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de tirar; 7 tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar y tiempo de odiar;
tiempo de guerra y tiempo de paz.” (Eclesiastés 3:1-8)

Introducción

¿Cuándo es tiempo de aborrecer? No debemos aborrecer a la gente mala, sino aborrecer lo que hacen. También debemos aborrecer que maltraten a la gente, que los niños se estén muriendo de hambre y que se deshonre a Dios. Además, debemos aborrecer el pecado en nuestra vida.

Esta es una actitud de Dios:perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.” (Mateo 6:12). Expresa otra necesidad personal perenne: perdón de Dios. Ninguna oración es completa sin este elemento. Nuestras deudas expresa lo que debemos a otros.

El término “pecados”, y así debemos entender el término “deudas” de Mateo. Broadus observa que en el arameo, lenguaje natal de Jesús y sus discípulos, el término usado para “deudas” se usaba frecuentemente para “pecado”.

De todos modos, creamos una deuda para con Dios cuando no cumplimos lo que debemos hacer; es un pecado de omisión. El pecado de comisión también se considera como ofensa a Dios y como una deuda,

Hebreos 12:15Estén atentos para que nadie sea privado de la gracia de Dios; para que ninguna raíz amarga crezca y dañe y contagie a los demás.” (BNP)

Así como una raíz pequeña crece hasta convertirse en un gran árbol, la amargura brota en nuestro corazón y eclipsa aun nuestras más profundas relaciones cristianas. Una “raíz de amargura” se apodera de nosotros cuando permitimos que los desacuerdos crezcan hasta volverse resentimiento, o cuando alimentamos rencores por heridas pasadas.

La amargura trae consigo celos, disensiones e inmoralidad. Cuando el Espíritu Santo llena nuestra vida, puede sanar la herida que causa la amargura.

He visto familias arruinadas sentados en una mesa y todos hablando de alguien sentido con un hombre o mujer odiando porque le hizo algo a uno de nuestros integrantes, y esa raíz se extendió amargando el corazón de todos por una ofensa que te hicieron. Ahora toda tu familia esta contaminada en contra de aquella persona sea tu esposo(a) tu amigo, o un mismo familiar quizá tu novio o novia, por no enfrentar el perdón.

El perdón

Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

¿Y tu hermano despreciado? Me criticó muchas veces y no era verdad lo que decía. Ahora no consigo perdonarlo. Necesito vengarme. ¿Y tu oración? ¿Qué quieres decir con tu oración? No puedo perdonarlo. DIOS: Entonces no me pidas perdón tampoco!.

Debemos sacar esa raíz de amargura aunque nos duela, podrá cualquier herida compararse a las heridas de Jesús. Acaso no dijo en la misma cruz “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:34).

Sé que Satanás le atacó en el campo de batalla para matarle enfermarle, y esta herido(a) le quito la paz, y destruyó emocionalmente.

Salmo 55:22Arroja en el seno del Señor tus ansiedades, y él te sustentará; no dejará al justo en agitación perpetua.

Dios quiere llevar nuestras cargas, pero a menudo continuamos llevándolas nosotros aun cuando decimos que confiamos en El. Confíe en que la misma fuerza que lo sostiene a usted puede también llevar sus cargas.

Hebreos 10:17 añade en seguida: “Y ya nunca jamás me acordaré de sus pecados, ni de sus maldades.”
Debemos entender que lo que dice el salmista es que Dios no te recordará tus faltas, por lo que tu no tienes que recordarle a nadie las suyas. Jesús jamás te dirá aah pero ayer dijiste, hiciste te vi.

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Martin Moreno
Autor

Martin Moreno

Servidor de Jesucristo

Deja un comentario