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La sanidad divina

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: La sanidad divina

Temas para predicar texto bíblico:Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:5)

Sanidad Divina – Introducción

Hablando de los milagros de Dios en los tiempos actuales, muchos son los escépticos que no creen que pueda ser una realidad. Hay personas que no creen que Dios pueda manifestarse de una manera sobrenatural en los cuerpos humanos, en la sociedad o en el pensamiento de una persona. Pero la verdad es que Dios tiene el poder de hacer todas las cosas que se proponga.

El milagro de sanidad ha sido un tema de controversia a lo largo de la historia. Aún en los tiempos de Jesús cuando Él sanaba a algún enfermo era motivo para perseguir al Señor y ser contrarios a Él por el simple hecho de ir esto en contra de las cosas naturales, en contra del status quo.

Pero la Sanidad Divina no fue algo que solo sucedió en los tiempos de Jesús o posteriores, sino que es una realidad hoy en día. Para todo aquel que cree en el Señor es fácil creer en la sanidad que Dios puede hacer y ver las obras de Dios. Pero para los incrédulos es difícil el conocer cuando la obra de Dios puede ser realidad en alguien y por lo mismo no la busca.

Sanidad divina – Sanidad física y sanidad espiritual

La Sanidad Divina  no sólo se aplica a la salud del cuerpo, sino también a la sanidad que puede darse a alguna dolencia espiritual o una restauración espiritual. En cuanto a la sanidad del cuerpo tenemos muchos ejemplos en las escrituras.

Como cuando el Señor dio la palabra y sanó al siervo del centurión, o como cuando sanó a la suegra de Pedro, ellos tenían enfermedades del cuerpo y el poder de Dios obró en ellos para quitar la enfermedad que les aquejaba y ser sanos.

Pero también el Señor sanó a muchos que no tenían enfermedad del cuerpo, sino también del espíritu. Dios quiere que todo nuestro ser se encuentre bien para servirle a Él.

El Señor dice en su palabra en Hebreos 12:13 que desea restaurarnos espiritualmente, Dios nos sana espiritualmente para que nos mantengamos en su camino. Dios no quiere ciegos, ni cojos espirituales, Dios quiere que seamos personas sanas y santas para Él.

Sanidad divina – Dios nos quiere sanos

Ante todo debemos tener claro que lo que Dios quiere para cada uno de sus hijos es solamente el bien. Los propósitos de Dios son buenos, agradables y perfectos. No tiene Dios ningún pensamiento de maldad ni de daño para nosotros, solo el bien está en su mente.

Jesús dijo también que si nosotros siendo malos damos buenas cosas a nuestros hijos, cuánto más Dios da buenas cosas a sus hijos. Dios quiere lo mejor para sus hijos y es algo que no cabe la menor duda, sin embargo hay quienes se atreven a pensar en algo diferente.

Como Dios quiere lo mejor para sus hijos, esto incluye la sanidad del cuerpo.

Principalmente Dios quiere que seamos salvos, seamos obedientes a su palabra, pero también quiere el Señor que seamos sanos de nuestro cuerpo para poder servirle con todo nuestro ser.

Las profecías del Señor Jesús nos dejan ver que Él fue enviado a predicar el año agradable del Señor, pero también a dar vista a los ciegos, a sanar a los quebrantados de corazón. Dios desea que recibamos sanidad divina, pero no debe ser esto lo que busquemos de Dios y no obedecer.

El Señor quiere que nos arrepintamos de nuestros pecados y Él puede sanarnos en consecuencia. También podemos decir que la sanidad es una bendición adicional a la salvación.

Jesús y sus discípulos en la sanidad

Hay múltiples milagros hechos por Jesús y de diferentes enfermedades. Podemos encontrar al ciego Bartimeo, a los diez leprosos, a los cojos, a los sordos, Jesús sanó de diferentes enfermedades.

Estos son algunos de los milagros de Sanidad Divina, pero su palabra dice que Él los sanaba de múltiples dolencias. Hubo muchas enfermedades de muchas personas en los que Jesús obró milagros en ellos.

Sus discípulos también recibieron ese poder de Dios para que por medio de ellos Dios obre milagros de sanidad. Vemos a Pedro y Juan cuando se acercan al templo y un hombre recibe la sanidad. Dios usó a sus discípulos y puso en ellos el Espíritu de poder para poder realizar a través de Él estos milagros. 

Es importante notar que el hombre no tiene el poder para poder realizar estos milagros, por Dios a usado a muchas personas, para que a través de ellos los milagros de sanidad sean realidad.

Es una bendición pero también requiere de dominio propio, pues es fácil para una persona darse la gloria que no merece. Dios es el único que merece toda la honra. Si Dios usa a una persona para obrar un milagro, no debemos poner la mirada en el hombre sino en el poder de Dios manifestado.

Dios puede usar a las personas, pero solo Él merece la gloria. Solo el Poder de Dios es que puede obrar sanidades en los cuerpos de las personas. Dios ha usado a muchas personas pero la obra es solo de Dios. Dios puede seguir usando a personas, no fue solamente en el pasado, sino que Dios sigue siendo el mismo hoy en día.

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