La oración y el tabernáculo de Moisés

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: La oración y el tabernáculo de Moisés

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Éxodo 25:8-9

El tabernáculo de Moisés – Introducción

Este tabernáculo nos deja muchas enseñanzas tanto doctrinales como de carácter devocional. Es figura de muchos aspectos para el Nuevo Testamento, en este caso lo tomaremos como ejemplo para la práctica de la oración.

Fue hecho como un santuario para que el Señor habite en él y así estar cerca de los suyos en este caso la iglesia de Cristo.

El santuario terreno es una proyección del santuario celestial el cual sirvió de diseño para el natural, fue confeccionado de una manera muy específica lo cual lo hizo saber el Señor a Moisés.

El tabernáculo de Moisés estaba formado por tres secciones:

o El Atrio.
o El Lugar Santo.
o El Lugar Santísimo.

La oración en el Atrio:

En esta área del tabernáculo iluminaba la luz del sol, una luz de tipo natural donde se es influenciado por todo lo natural e interviene la mente, el intelecto, el razonamiento y el conocimiento que el hombre ha recibido, la prioridad por las cosas materiales o las necesidades básicas o primarias y que erróneamente ocupan un lugar preponderante sin saber que hay necesidades de mayor importancia.

Mateo 6:31-33

Lo natural se obsesiona diciendo: ¿qué comeremos? ¿qué beberemos? ¿conque nos vestiremos?, las gentes del mundo buscan ansiosamente estas cosas, buscan con afán los bienes para satisfacer las necesidades de la vida y olvidan que hay primariamente satisfacciones espirituales, por eso el vers. 23 marca muy específicamente la prioridad, lo espiritual primariamente y luego lo material, pero el natural no entiende esto.

Lucas 10:40-42

Veamos un poco más de cerca la actitud de Marta cuando tiene el privilegio su casa de recibir la visita del Señor, esto se asemeja mucho a la oración natural que en vez de disfrutar de su presencia el alma está más interesada en quedar bien con la preocupación de los preparativos que además muestran molestias por sus propios afanes, los cuales al cabo del tiempo no queda nada de esta actitud, sin embargo a María no le sería quitado la buena parte que había escogido.