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Epístola a los Hebreos – Parte II

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos de la epístola a los Hebreos 2

CAPÍTULO 2: Una Salvación Tan Grande

Seguimos con nuestro estudio en el segundo capítulo de esta bella carta. Y así comienza el autor diciéndonos:

1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”

En la VRV60 este capítulo al comienzo tiene por subtítulo: “una salvación tan grande”, y la misma, forma parte de unas cinco advertencias que nos presenta el autor, siendo ésta la primera que está relacionada con la salvación. Cada vez que aparece un: “por tanto” en el texto, es una referencia a lo que le precede.

Bien podemos decir que, en consideración a que Jesús es superior a los ángeles, a los reyes y a sus enemigos, es necesario que los lectores le den pronta atención a lo que se va a exponer a continuación. Para que con más diligencia se atiendan a las cosas que ellos hayan oído.

La impresión que surge del texto, es que los lectores de la Epístola a los Hebreos habían caído en alguna distracción, a lo mejor por la creencia en los ángeles, y que estaban descuidando lo más importante; por lo tanto, estaban en un gran peligro de deslizarse.

Mis amados hermanos, esta advertencia sigue estando muy vigente, ya que hay tantas cosas que distraen al creyente de hoy a través de una flojera e indiferencia espiritual, que se pueden convertir en terreno fértil para deslizarse de lo que se ha aprendido, trayendo esto una ruina espiritual.

Deslizarse”, es una metáfora que describe a un barco que se ha soltado de su amarre seguro y queda a la deriva. Siempre hay un peligro de desviarse de la sana doctrina que una vez recibimos, y en la cual una vez profesamos. El creyente puede luchar entre: obedecer a Dios o complacer a la carne.

Ahora el autor nos da las razones para que el anterior planteamiento no ocurra en nosotros:

2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,

3 “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,”

El tema de los ángeles es recurrente en estos primeros capítulos de la carta. Ahora el autor nos recuerda que los ángeles tuvieron una notoria actividad en el asunto de dar a conocer la Palabra divina. ¿Cuál fue esa Palabra? Pues la Ley entregada a Moisés en el Sinaí.

El apóstol Pablo nos recuerda en Gálatas 3:19 que los ángeles tuvieron un ministerio en el Antiguo Pacto, que contemplaba severos castigos por violar sus exigencias; de igual manera, los lectores de esta carta no deberían suponer que no habría castigo para las transgresiones del Nuevo Pacto. La gracia de Dios no nos exime del castigo que se daba para el infractor de la Ley.

Por supuesto que la pregunta más intrigante de este texto nos dice: “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?”. Un descuido acerca de lo que hemos recibido, sobre todo, en lo que respecta a la victoria y liberación final de lo que nuestro Señor hizo por nosotros, lo que incluye la salvación, tiene latente el castigo pues sería un medio disciplinario. El escritor no detalló de qué naturaleza sería el castigo, sin embargo, afirmar que este texto se refiere al castigo del infierno, sería forzar la interpretación del texto.

Observemos que el mismo autor se incluye cuando habla  del “nosotros”, como para enfatizar la necesidad de atender lo que ya hemos oído y se nos ha enseñado. ¡La Biblia dice una y otra vez que el pecado al final produce muy malos dividendos!

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