La puerta que nadie puede cerrar

Julio Ruiz

Updated on:

La puerta que nadie puede cerrar

La puerta que nadie puede cerrar

0
(0)

II. POR CAUSA DE AQUEL QUE CONOCE NUESTRAS OBRAS

1. “Conozco tus obras… has guardado mi palabra” (vers. 8)

Jesús sabía que aquella iglesia tenía pocas fuerzas, pero había guardado la palabra. Hoy día tenemos iglesias “fuertes”, pero que no guardan la palabra. Iglesias que no permanecen fieles a lo que han recibido.

Algunas iglesias de las ya citadas tuvieron serios problemas en guardar la palabra. De hecho, algunas como Pérgamo y Éfeso, permitieron doctrinas erradas como las de Balaam y los nicolaítas. Sin embargo, Filadelfia es elogiada por la forma cómo se preservó en medio de los errores.

Reconoce que ella no tiene muchas fuerzas, pero a pesar de eso “has guardado mi palabra”. Hay algo extraordinario en esta declaración. El Señor no espera que nosotros hagamos o tengamos grandes cosas para calificarnos. Lo que él siempre busca en nuestra fidelidad es guardar su palabra.

A muchos hombres y mujeres que siguen al Señor se les puede tildar de poca cosa. Algunos que han vivido como su Maestro, sin muchos bienes y ambiciones en el mundo, se les tendrá en poco, y hasta ser calificados como fanáticos, pero en la medida que guardan la palabra recibida, tienen la promesa que son conocidos por el Señor.

2. “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia…” (vers. 10)

Filadelfia ya había sido fiel guardando la palabra, pero ahora el Señor le dice algo más revelador, pues habían “guardado las palabras de mi paciencia”. ¿Qué quiso decir el Señor con esto? Uno sería que no siempre el creyente tiene la paciencia para soportar las pruebas que le vienen a su vida y que están viniendo al mundo.

La antesala de la venida de Cristo plantea un tiempo de muchas pruebas y tribulaciones. Los tiempos futuros no serán mejores que los primeros. Pero el texto parecía sugerir algo más. La oración “mi paciencia” habla más que la paciencia nuestra; habla de la paciencia de Cristo.

¿Quién cree usted que ha tenido mayor paciencia en todo esto? Por supuesto que el Señor. Tiene dos mil años esperando que sus enemigos sean puestos bajo el estrado de sus pies.

La iglesia de Filadelfia había acompañado al Señor en su paciencia. Por tal razón, ellos tenían la promesa de ser guardados hasta “la hora de la prueba”. Y sea que esto se refiere a la Gran Tribulación, o algún otro tipo de pruebas, la promesa seguirá siendo la misma: también te guardaré de aquella hora. ¡Ánimo, mis hermanos!

III. POR CAUSA DE AQUEL QUE NOS CONCEDE LA VICTORIA

1. Haciendo que los enemigos se conviertan (vers. 9)

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

Deja un comentario