Las siete iglesias de Apocalipsis

a. El que tiene las siete estrellas en su diestra.

La palabra “estrellas” es una referencia a las iglesias mismas. Es una gran noticia el saber que el Cristo resucitado y victorioso sostiene a sus iglesias con la diestra de su mano.

La palabra “agarrar” en esta oración es una de las más fuertes en el griego. Esto hace notar el control absoluto que el Señor tiene sobre todas las iglesias. Esto produce seguridad y confianza en el trabajo. Así fue cómo Juan identificó al Señor desde el principio (1:16).

Tales palabras traen gran tranquilidad y afirmación por cuanto reflejan la protección que Cristo proporciona y el control que él tiene de las iglesias y sus ministros, así como su interés por los que están al frente de ella.

b. El que anda en medio de los siete candeleros.

El candelero es la iglesia y a través de ella se expande la luz. El que Cristo se mueva en medio de estos candeleros nos recuerda que Jesús es una presencia activa. No adoramos a un Cristo muerto.

Por otro lado, el candelero no es la luz, es el lugar donde se pone la luz. La función de la iglesia es proyectar al que anda en medio de sus candeleros. Es reflejar a Cristo en todo lo que hagamos.

El que Cristo ande en medio de ese candelero es una garantía de su presencia, poder y dirección. Si bien es cierto que el “ángel” al que se dirige el Señor podía ser el pastor que cuidaba a la iglesia, la presencia de Cristo en medio de ella es su mayor garantía que nada prevalecerá contra ella. Es la garantía que lo que ella hace como su trabajo evangelístico de alcanzar al perdido, está debidamente respaldado. No estamos solos.

II. POR EL TRABAJO QUE HA HECHO HASTA AHORA

a. Se define con un “arduo trabajo” (vers.2)

Cuando uno compara el reconocimiento que el Señor hace a la iglesia de Éfeso con el de la Laodicea, pronto ve un abismo de diferencia con las palabras “yo conozco tus obras…”. Para la primera esto implicaba un gran elogio, para la última una reprimenda. Nadie podía tildar a la iglesia de Éfeso como negligente en el trabajo.

En tal iglesia el trabajo no se detenía. Había un programa con un calendario de actividades. ¿Quién no quisiera haber pastoreado una iglesia como aquella? El Señor que caminaba en medio de ella notó “su arduo trabajo y paciencia”. Esto revelaba que ella era fiel en la práctica.

La palabra “trabajo” aquí traduce un gran esfuerzo acompañado de sufrimiento. Era una iglesia que no se había desmayado. No muchas iglesias son elogiadas así. La ciudad de Éfeso sabía que en su seno había una iglesia que le estaba haciendo la vida imposible a los adoradores de la diosa Diana.

b. Se define con un sufrimiento y paciencia (vers. 3)

El sufrimiento fue notorio debido a la resistencia idolátrica que hacían. También tenían una gran paciencia y firmeza en la doctrina. Ellos no toleraban las desviaciones doctrinales ni los que propagaban tales enseñanzas, a quienes llamaban falsos apóstoles y mentirosos.

Al parecer la iglesia tenía un gran programa de educación teológica y a lo mejor una muy buena “escuela dominical”.

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