Estudios Bíblicos
Prédica de Hoy: Laodicea – La tibieza del alma
Tema: Las siete iglesias de Apocalipsis – Parte VII
Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Apocalipsis 3:14-22
INTRODUCCIÓN:
Llegamos con el mensaje de hoy al último de esta serie de las siete iglesias del libro del libro de Apocalipsis. Me preguntaba por qué no terminamos estos mensajes hablando de Filadelfia, una iglesia modelo en todo, sino hablando de Laodicea, la que más problemas manifestó.
Esta es la iglesia de la que el Señor no tiene ningún reconocimiento. No encontró nada que elogiar, sino que les habló con un duro reproche.
Era tan serio lo que estaba pasando puertas adentro de la iglesia que sacaron a Jesús de su comunión, porque nos revela en el vers. 20 que él estaba tocando la puerta para entrar. Y para entender muchas de las cosas que el Señor revela acerca de esta iglesia, hay que ver lo que ocurría en la ciudad.
Laodicea formaba parte de la provincia romana de Asia, conocida por su gran riqueza, su vida comercial y por su práctica médica. En esa ciudad Asia tenía un centro bancario, por lo que llegó a ser la más próspera de las siete ciudades.
Los historiadores cuentan que en esa ciudad se construían preciosas mansiones, cuyas ruinas todavía existen, y algunos creen que muchas de ellas fueron propiedad de cristianos.
Aquella misma prosperidad de la ciudad la hacía tener una floreciente industria de vestimenta, la que extraían de la lana de la oveja negra.
Otro asunto que caracterizaba a la ciudad era su práctica médica, con especialistas para los ojos y para los oídos. Los arqueólogos hicieron un gran descubrimiento en aquella ciudad.
Como no encontraban agua localmente, diseñaron un acueducto procedente de los manantiales calientes de Hiriápolis.
Al recorrer esa distancia, el agua caliente se enfriaba un poco, pero el sabor de esa agua sería nauseabundo y repugnante.
Esto era lo que pasaba con la iglesia de Laodicea. De allí el origen del texto donde tomaremos nuestro mensaje para hoy. Aquella iglesia no era fría como la de Sardis ni era caliente como Filadelfia.