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Celebremos la cena del Señor

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: Celebremos la cena del Señor

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: 1° Corintios 11:17-34

Introducción

Las torres gemelas dominaron el paisaje de Manhattan desde que fueron construidas en 1973, hasta el desafortunado 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones de pasajeros se estrellaron contra ellas.

Las torres fueron devoradas por las llamas, ambas se colapsaron, convirtiéndose en montañas de escombros, costándole la vida a más de 3000 personas entre ellas más de 350 bomberos, paramédicos y policías. Hoy donde se hallaban las torres se le conoce como la Zona Zero.

Hay poco que ver en ella; pues ahora es un gran sitio en construcción. Cerca de allí se encuentra la capilla de San Pablo, en donde los feligreses construyeron muros en donde los familiares de las victimas, amigos y gente en general pudieran colocar recuerdos en memoria de sus muertos.

Esta “Pared de Recuerdos” creció rápidamente hasta convertirse en monumento. Por otro lado, en casi todas las estaciones de bomberos en Manhattan, tiene ahora sus propios monumentos para recordar a sus colegas perdidos en el desastre.

Como podemos notar el levantar monumentos tiene el propósito de conservar en la memoria de las personas el recuerdo de aquellos que ya no están o de aquellos que ha hecho algo memorable para los demás.

Así como en la isla de Manhattan descubriremos que casi todos levantamos “recordatorios” de aquellas personas o eventos que nos resultan importantes y que deseamos recordar por siempre.

Jesús mismo hizo de su muerte el evento más importante a recordar. Le puso más énfasis a su muerte que a su santidad, sabiduría, poder o milagros. Que el mundo se olvide de todo lo demás que enseñó, pero que no se olvide ¿Por qué murió?

Por su muerte las puertas del infierno fueron abiertas y quitado por completo el dominio a Satanás, el pecado perdía su control de aquellos que depositaran su confianza en Él, además de que las puertas del cielo de abrían de par en par para dejar entrar a aquellos que le recibían como Señor y Salvador. El día que muere Jesús fue un día para recordarse, jamás para olvidarse. Pero ¿De qué manera dispuso Cristo que este evento no se perdiera?

No con edificios altos, lujosos, no con columnas de mármol. Lo hizo con dos hábitos comunes que no cambian y que todos hacemos: El comer y el beber. Pues en tanto viva una persona, tiene que comer y beber. Jesús escogió estas dos cosas como maneras de mantener viva la historia de su muerte y lo hacemos a través de lo que hemos llamado la Cena del Señor.

Pero cuando ignoramos el significado y las implicaciones de esto podemos caer en ritualismos vacíos o repeticiones sin sentido. Por eso considero pertinente responder dos preguntas básicas que nacen en relación a la celebración de la Cena del Señor.

I. ¿Qué es la cena del Señor?

Un día una mujer decidió cocinar una pieza de jamón con la famosísima receta de la abuela; el secreto según ella consistía en cortar un buen trozo de la pieza y dejarlo fuera sin cocer, ese día una amiga le pregunto ¿por qué haces ese corte tan extraño al jamón?

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