Celebremos la cena del Señor

En segundo lugar la cena debe celebrarse con los elementos correctos “…tomo pan” (v. 23) y “tomó también la copa…” (v. 25); los elementos como el pan y el jugo de uva no son mágicos, místicos o con cualidades salutíferas son solo pan y jugo de uva común y corriente.

Pero que representan solamente de manera perfecta lo que Jesús quiso que supiéramos acerca su sacrificio en la cruz. Sin embargo pudiera existir en alguien la inquietud de pensar que no debieran ser tan importantes los elementos, pues lo que importa es la intención.

Hace algunos años escuche decir a alguien “Pues podemos celebrar la cena con cualquier otra cosa que no sea pan y jugo de uva; podemos hacerlo con pizza y refresco de cola”. Aquí es lo que se refiere a la Cena del Señor si importa la forma y el sentido, es decir si importa tanto la intención como el elemento que usamos.

Pues Jesús fue muy claro como en el caso del bautismo que si importa el como lo hacemos y con que lo hacemos “…todas las veces que comieres este pan o bebieres esta copa…” (v. 26) aquí no hay opción a cambiar. Jesús usó pan para representar su cuerpo y jugo de la vid para representar su sangre y en lo que respecta a la cena debemos respetar las formas y los elementos; tal vez en otras cosas podamos ser flexibles pero en esto no.

En tercer lugar la cena debe celebrarse con la actitud correcta “De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado…” (v. 27)

Cual es la actitud que debemos observar durante la celebración; primero: UNIDAD, los corintios estaban muy desunidos “…oigo que hay entre vosotros divisiones” (v. 18); pues unos empezaban antes, mientras otros se ponían remilgosos; segundo debemos participar de manera CONSCIENTE “Porque el que come y bebe…sin discernir…juicio come y bebe para si” (v. 29).

Quien participa debe saber, comprender, entender en lo que esta participando; pues si lo hace por imitar, por presión, por que van a decir los demás; la Biblia dice que no es grato delante de Dios, sino que juicio come.

Por eso Pablo afirma que quienes participan deben hacerlo dignamente; pero algunos al malentendido esto de dignamente; pues creen que deben tener perfección en sus vidas para poder hacerlo; pero si Pablo estuviera hablando de dignidad humana, nadie podría participar, pues nadie es digno delante de Dios.

Se dice que en el siglo 18 en las iglesias de Inglaterra y Escocia se aplicaba abusivamente este versículo pues se formaba un comité que visitaba periódicamente a los miembros de la iglesia y vigilaba para saber si su conducta era digna como para poder participar en la Cena del Señor, quienes aprobaban estas inspecciones recibían una pieza de plomo que debía ser depositada en el plato como señal de que había sido hallado digno de participar.

Todavía en nuestros días hay lugares en donde se le niega a algunos la cena del Señor por considerar según sus propios criterios que no es digno (a) de recibirla; pero cuando Pablo habla de dignidad no habla de personas sino de actitudes; pues usa un adverbio que no califica personas sino conductas y en este caso ya vimos que la que califica es la falta de discernimiento y falta de unión entre los participantes.

Además Pablo exhorta a “…por eso cada uno debe examinar su propio corazón antes de comer el pan y beber de la copa” (v. 28 LPDDPT). Por eso escudriñemos cada uno de manera individual delante de Dios nuestras intenciones y adoptemos la actitud correcta para poder participar de Su mesa.

Desafío

Los monumentos, edificios, estatuas sirven para ayudarnos a recordar eventos, personas importantes; pero al parecer este arquitecto alemán tiene razón con el tiempo eso que debiera recordarnos las cosas hace que se nos olviden. Sin embargo comer y beber deben servirnos de recordatorio de que Jesús vino a esta tierra vivió, murió por nosotros.

Celebremos pues la Cena del Señor ahora que tenemos más elementos para hacerlo de la mejor manera; pero recuerde debemos hacerlo con la mejor de las actitudes: Unidos y sabiendo de manera consciente de que el pan representa el cuerpo partido de Jesús y de que el jugo de uva simboliza la sangre de Cristo que fue derramada por nosotros para perdón de pecados. Celebremos hoy al poderoso Jesús por la libertad que nos ha dado.

© Gerardo González Cruz. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Estudios Bíblicos

3 comentarios en «Celebremos la cena del Señor»

Deja un comentario