MATEO 1: 18-20 – El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 19José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 20Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
2- El Salvador fue ungido por el Espíritu Santo:
Mateo 3:16 – Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Lucas 4: 18 – El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.
Hechos 10: 38 – cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Hebreos 1:9 – Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
3- El Salvador fue sellado por el Espíritu Santo:
Juan 6:27 – Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
4- Jesús fue guiado por el Espíritu Santo:
Mateo 4:1– Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo
5- El Salvador recibió poder del Espíritu Santo:
Mateo 12:28 – Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
6- Jesús estaba lleno del Espíritu Santo:
Lucas 4:1– Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto.
7- El Salvador se conmovía en el Espíritu Santo
Juan: 11-33 -Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió.
Bendiciones, por el extenso blogs en relación a la promesa que dejo el Señor Jesucristo,sin duda alguna es la fuerza sobrenatural poderosa que tenemos para enfrentar las embestidas del enemigo y la fuerza de poder para poder realizar la obra evangelizadora.