Estudios Biblicos
Las Parábolas Eternas Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. En parábolas abriré mi boca; hablare proverbios (masal) de la antigüedad (olam), que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. (Salmo 78:1-3)
Cuando comenzamos a leer las parábolas muchas veces no nos detenemos a investigar el significado de ellas, entendemos que son figuras que nos hablan a modo de lecciones, que algún significado espiritual se desprende de todas y cada una de ellas; pero casi nunca pensamos que todas las parábolas que dijo el Señor hablaban de sucesos, de misterios que ocurrieron en el Olam, en la antigüedad mas remota (Mateo 13:33-35).
El olam es no solamente un lugar en el tiempo, sino es el sitio de donde todo lo que existe en la actualidad ya ha existido:
Lo que es, ya ha sido, y lo que será, ya fue, y Dios restaura lo que ha pasado. (Ecclesiastes 3:15)
Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol. Hay algo de que se pueda decir: Mira, esto es nuevo? Ya existía en los siglos que nos precedieron. No hay memoria de las cosas primeras, ni tampoco de la postreras que sucederán; no habrá memoria de ellas entre los que vendrán después. (Ecclesiastes 1:9-11)
Todo lo que vemos ya ha existido en la antigüedad, en el olam. Entonces ante esta verdad, si miramos con la lupa del Espíritu cada parábola, puesto que ellas hablan de lo que ha pasado en el Olam, podemos comprender que hubo un hombre sembrador que ha salido a sembrar buenas semillas (esperma) en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo (el diablo) sembrando cizaña entre el trigo, y se fue.
Aquí vemos un hombre (Dios) que siembra hijos del reino (Mateo 13:38). En su campo los ha sembrado y el campo es el mundo (Gr. kosmos: Universo): Mateo 13:38, y el diablo hizo lo mismo sembrando hijos suyos. Entonces nos encontramos con todo un universo sembrado, lleno de hijos de Dios y lleno de hijos del diablo, y es en estas esferas que comienza a librarse una guerra que hasta el día de hoy continua librándose.
De veras no estamos solos en este kosmos, puesto que esta repleto de los seres del Olam, quienes de alguna manera sirvieron de ejemplo, de enigmas de los cuales el Señor hizo referencia al relatar cada parábola.
El escenario es sencillo: hay un grupo inmenso de hijos de Dios dispuestos a hacer su voluntad, y un grupo mas reducido, pero muy numeroso, que son del Malo y que están dispuestos a extraviar a cuantos sean posibles de la voluntad perfecta de HaShem.
Muchas veces nos topamos ante la duda que ha perseguido a cientos de hombres estudiosos de las Escrituras: Quien fue el primero en rebelarse? Quien fue el primer enemigo de Dios?
Quizás muchos han pensado desde siempre que el primero en rebelarse y manifestarse como el primer enemigo de Dios es el ser que tradicionalmente se ha conocido como Luzbel, o como Satán o el diablo; pero nos estamos olvidando de una ley bíblica que en instantes estaremos analizando:
Muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros. (Marcos 10:31)
Esta es una ley eterna, una Ley del Olam, todo lo primero será postrero y todo lo postrero será primero, es decir que la clave ha de ser averiguar quien será el postrer enemigo de Dios, sabiendo esto sabremos cual ha sido el primero. Ahora bien: Dirá la Biblia quien será el postrer enemigo?
Y el postrer enemigo que será destruido será la MUERTE. (1 Corintios 15:26)
En base a esto estamos en condiciones de decir que el primer enemigo ha sido la muerte. Notemos que la Muerte no es simplemente un estado en el que se entra al exhalar el ultimo respiro, sino que la muerte es una persona, es un ser masculino, y no femenino como se ha intentado describir. Por esta razón se dice de la muerte que es el postrer enemigo y no la postrera enemiga. Veamos Apocalipsis 6:8:
Y mire y he aquí un caballo amarillento; y el que lo montaba se llamaba Muerte…
Noten que dice: el que lo montaba y no la que lo montaba.
La muerte es un ser masculino, que puede ver e incluso hablar:
El Abadon y la Muerte dicen: Con nuestros oídos hemos oído su fama (hablando de la Sabiduría) Job 28:22
La Muerte dice… es decir que tiene boca y pronuncia palabras audibles, con nuestros oídos hemos oído, es decir que no solamente habla sino que oye y razona, es una persona, un ser racional que por propia voluntad decidió rebelarse y contaminar a otros seres, que luego se convertirían en aquellos colaboradores que abren la puerta para que la Muerte opere:
Entonces su alma se acerca a la fosa, y su vida a los que causan la muerte. (Job 33:22)
La muerte entonces se convirtió en cobertura, ver Isaías 25:7- 8
Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. 8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.
La muerte cumple con el ministerio de pastor de las tinieblas:
Como ovejas son destinados para el Seol, la muerte los ha de pastorear… (Salmo 49:14)
Sabemos que la muerte ha de morir, pues la sentencia esta en Óseas 13:14:
Los he de librar del poder del Seol; los he de redimir de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
Por esta misma razón los creyentes en Jesús no mueren, duermen.
Entre los que han sido contaminados por la muerte hallamos potestades femeninas, entre las cuales se hallan la Maldad y la Iniquidad, las cuales fueron las que hicieron caer a Luzbel, para esto debemos leer algunos pasajes:
Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale. 6 Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa que sale. Además dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra. 7 Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. 8 Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa. 9 Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos. 10 Dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa? 11 Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base. (Zacarías 5:5-11)
