En la historia subsiguiente, el diezmo es reconocido (2ª Crónicas 31:5, 12; Nehemías 10:37; 12:44; 13:5-12. Sin embargo, esta practica fue pervertida cayendo en el legalismo (Amos 4:4) o cayo en el olvido (Malaquías 3:7-12).
Fianzas – El cristiano y los diezmos
En el Nuevo Testamento. ¿Pagaría Jesús los diezmos? Si, de otra manera hubiese sido acusado por los religiosos de su época, quienes lo perseguían para enterarse en que infringía la Ley.
En esa época, los fariseos eran fanáticos en dar el diezmo, no-solo de lo que ganaban, sino también de los arbustos casi sin valor como la menta, el eneldo y el comino, Mateo 23:23. Jesús dio a entender que había que pagarlos, y dijo: “Dad a Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios“. Lucas 20:25.
En los días de Jesús no se hablo mucho del diezmo porque lo daban con jactancia y lo decían públicamente como aquel que oraba en la congregación: “Ayuno dos veces por semana… Doy diezmo de todo lo que gano“. Lucas 18:12.
En la Iglesia Primitiva, si que eran mayordomos honrados, no solo el diezmo (10%), sino hasta el 100% daban a Dios. Vendían sus propiedades y las ponían a los pies de los apóstoles. (Hechos 4:36-37). Bernabé fue uno de ellos. Daban mas allá de sus fuerzas y no había necesitados en medio de ellos.
Los que robaban morían como Ananás y Zafíra (hoy nos quedarían muy pocos miembros en las congregaciones, si Dios actuara como actuaba en ese tiempo). Otros les pedían al apóstol Pablo les concediera el privilegio de ofrendar. ¿Escucho algo así? 2ª Corintios 8:4. El apóstol Pablo enseñó a las iglesias a dar de acuerdo con los principios comprendidos en el diezmo en 1ª Corintios 16:1-2. En estos textos aprendemos lo siguiente:
- a) Cada creyente debería de apartar algún dinero.
- b) Cada domingo debían entregarlo (periódicamente).
- c) En proporción a lo que habían ganado, y el diezmo es una porción de las ganancias.
- d) No hay mejor plan para dar sistemáticamente a Dios que la practica de Diezmar como un mínimo.
Finalmente el diezmo es mencionado claramente en Hebreos 7:2, 4-9. El verso 5 nos dice: “Ciertamente los que de entre los hijos de Levi reciben el sacerdocio, tienen el mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir de los hermanos…” y el verso 8 dice: …Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero he allí uno de quien se da testimonio de que vive“. Note que en ambos textos, el verbo que se repite es reciben… el cual esta en presente continuo. No esta diciendo recibían…, sino que reciben…
FINANZAS – ¿EN QUÉ SE UTILIZA EL DIEZMO Y LAS OFRENDAS?
Cuando Dios estableció el diezmo, tal como lo vimos anteriormente, lo hizo con el propósito de suplir las necesidades de sus siervos, los sacerdotes y levitas, a quienes no se les dio como herencia ninguna porción de tierra en el nuevo estado de Israel sino que su salario y sostenimiento por su ministerio, estaría a cargo del pueblo (Números 18:21-32). A causa de la dureza de Israel, Dios instituyo 3 diezmos diferentes:
- Diezmo para Dios. Levítico 27:30-32; Deuteronomio 14:22.
- Un diezmo para el rey, 1 Samuel 8:11-17.
- Un diezmo extra cada tres años, para los pobres, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. Deuteronomio 14:28-29; 26:12-13.
En el Nuevo Testamento Jesús dijo en Lucas 10:7: “El obrero es digno de su salario“. Y el apóstol Pablo en 1ª Timoteo 5:22, argumenta desde el modelo mosaico (“no pondrás bozal al buey que trilla“) no solo la legitimidad de esta provisión al que predica el evangelio, sino aparentemente el “mecanismo proveedor” a saber, el diezmo, implicado por “comen del templo” y “participan del altar” (1ª Corintios 9:13-14) refiriéndose al mecanismo usado bajo el pacto antiguo, a saber, los diezmos.