Había un Jefe de una tribu india que sabía que sus días pronto llegarían a su fin, y se vio en la necesidad de escoger a un nuevo Jefe para su tribu.
Para ello, diseñó una serie de pruebas para los jóvenes guerreros de la tribu, y así fue eliminando candidatos hasta que solo quedaron tres.
Temprano, al amanecer un día, citó a los últimos tres candidatos en el centro del campamento y les dio instrucciones muy simples. “Esta es la última prueba”. Dijo el anciano, “tienen que ir a la cumbre de la gran montaña- dijo señalando la gran montaña que estaba cerca del campamento y traerme una prueba de que lo han logrado, y después tomaré la decisión final”
Salieron los tres valientes guerreros corriendo hacia la montaña, cada uno tomó caminos diferentes pensando en llegar primero.
Al medio día del cuarto día se vio uno de los jóvenes acercándose, la gente le recibió con mucha algarabía. Se presento ante el Jefe y le contó sus logros. El Jefe pregunta “¿Que prueba traes de que llegaste a la cumbre?” Y el joven le presenta una hermosa flor que solo crece en las cumbres mas altas. “Hermosa prueba- dijo el sabio anciano- esperemos a los otros y tomaré mi decisión”.
Tres horas después llega el segundo, traía algo blanco entre sus manos. Al presentarse ante el Jefe le dice “Oh, gran Jefe, he subido a la cumbre de la gran montaña, esta es mi prueba, un huevo de osprey, estas aves solo anidan en lo alto de la gran montaña” “Esta es una prueba majestuosa,- dijo el Jefe con gesto de asombro- esperemos al tercero y
anunciaré al nuevo Jefe.”
Ya casi al caer el sol el guerrero más joven llegó corriendo, la gente se agolpó en el centro del campamento. Nada traía en sus manos, y todos aseguraban que quedaría descalificado.
El joven guerrero llega con el Jefe, y jadeante le dice: “Oh gran Jefe, he subido a la cumbre de la gran montaña” “¿Y que prueba me das de que lo has logrado?” Pregunta el Jefe intrigado. “La prueba que traigo nadie la puede ver- Contesta el joven- porque la traigo dentro de mi… Desde lo alto de la gran montaña he visto el mar”
El sabio anciano no pudo contener sus lágrimas, y mirando hacia la tribu les dijo con firmeza: “He aquí su nuevo Jefe”
El anciano no tenía duda alguna de su decisión, porque los otros dos habían buscado a su alrededor, pero este joven había visto mas allá de lo que le rodeaba; tenía visión, y el anciano sabía que no se puede ser un buen líder si no se mira más allá de las circunstancias que te rodean, si no se mira hacia el horizonte.
“Donde no hay visión, el pueblo se extravía; ¡dichosos los que son obedientes a la ley!” Proverbios 29:18 (Nueva Versión Internacional)
ciertamente encuentro este lugar como una fuente MARAVILLOSA para ilustrar y darle mas claridad a mis sermones. sinceramente gracias y que nuestro Señor Jesucristo les de más cada día