Gozando de la benevolencia de Dios

Mensajes Cristianos – Predicas Cristianas

“El que habita al abrigo del altísimo, morara bajo la sombra del omnipotente diré yo a Jehová esperanza mía y castillo mío, mi Dios en quien confiaré”. Salmo 91

En una ocasión escuche un comentario de un libro (el cual prefiero mantener bajo anonimato) que llamó mucho mi atención, al llegar a casa, decidí buscarlo en la web y resulta que descubrí que todo el libro no era más que una vulgar ofensa a Dios, se basaba en un procedimiento para mantener el equilibrio personal, emocional y mental del ser humano según su propio dominio y autosuficiencia, destacando que el propósito de este procedimiento era el de motivar al lector a eliminar el sistema de creencias de sus vidas que le proporcionaba tantas limitaciones para ser feliz, en palabras resumidas , el autor sugería a sus seguidores vivir sin Dios y sin leyes como súper humanos.

Estamos en una época de confusión donde lamentablemente se han perdido los valores, la tasa de delincuencia aumenta cada día, y esto es porque hay personas que no tienen conciencia del mal que practican, haciendo caso omiso a la palabra de Dios cometen con frecuencia numerosos actos delictivos sin compasión alguna, porque ellos hacen lo que creen que es correcto, y viven sin reglas y sin Dios, más cuando todo se ve difícil que se encuentran completamente hundidos se acuerdan que existe un Dios, y Él puede librarlos, pero cuando todo está bien se olvidan de nuevo de quien los libro de su aflicción, así como el pueblo de Israel al verse en apuros renegaba de Dios y en su ingratitud idolatraban a dioses paganos ofendiendo a Dios , quien los libero de la esclavitud.

Tal vez se sorprenderá, pero esto es muy común, y es que aun habiendo recibido al Señor hay personas que actúan de la misma manera, y usan a Dios como un amuleto de suerte “para que los saque de los problemas”, basándose en un concepto podre de la Fe.

Una Fe genuina en Dios es aquella que perdura aunque las cosas no marchen bien, es aquella que no tiene duda, es la que da paso al obrar de Dios y no a nuestras soberbias opiniones que solo nos conducen por caminos errados.

He conocido a personas que mantienen salmos en sus libretas, aferrándose de las promesas de Dios pero hacen caso omiso a las demandas que Dios ha establecido en ellos.

¿Alguna vez ha leído el salmo 91?

Si no lo ha leído le invito a leerlo de forma analítica y pausada. Repasemos los versículos del 1 al 13 y conozca los beneficios de vivir bajo el amparo de Dios. Si usted Habita bajo el abrigo del altísimo:

-Estará bajo las sombras del todopoderoso.
-Tendrá esperanza en El, pues será refugio, “un lugar seguro”.
-Lo cubrirá bajo sus alas.
-Le dará seguridad.
-No tendrá temor del terror nocturno ni de ninguna enfermedad.
-Sera librado de la muerte.
-Tendrá protección.
-Conocerá su justicia.

Tal vez podría seguir mencionando más bendiciones, pero le aseguro que escribiría muchas páginas describiéndolas.

Si bien conocimos todo lo que Dios nos brinda por estar bajo su cobertura, es necesario que también conozcamos sus demandas.

Salmo 91:14
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre”.
Por cuanto ha conocido mi nombre…

¿En quién está puesta su confianza?, ¿En Dios o en su autosuficiencia?

Dios le ama y quiere bendecirlo con protección, salud, justicia entre otros, pero demanda de su pueblo entrega y confianza.

¿Cómo obtener una fe genuina?

Como dice en Romanos 10:9-11 Nueva Biblia al Día (NBD)

“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado.»”

Según Romanos 5:1 Nuestra Fe es la que nos justifica, la Fe genuina que es en Jesús, nuestro Señor, quien murió crucificado, pagando nuestras culpas, regalándonos en gracia la salvación.

Para aquellos que aún se creen dueños de sus vidas quiero finalizar con una breve reflexión basándome en el pasaje de Romanos 14:7-12

Si usted ha dado el paso de reconocer a Dios en su vida como dueño y Señor quiero que sepa que ahora le pertenece a Él, ahora vivirá y morirá para Él, porque para esto Cristo se sacrificó para ser nuestro Señor, si quiere gozar de la benevolencia divina de Jesús, solo tiene que mantener viva su fe y confianza en Él.