Mensajes Cristianos… Predicas Cristianas
Lectura bíblica: Marcos 1-15-26
Texto clave: Marcos 1:17 “…Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.»…”
Idea central: Actualmente en la gran mayoría de los seguidores de Jesús, se observa una enturbiada comprensión de lo que implica de manera total ser un discípulo de él, ya que; muchos de los que se proclaman seguidores de Jesús, se limitan a mero seguirle sin hacer la labor de la pesca, la invitación de Jesús conlleva una doble dimensión.
Objetivo: Que los creyentes reflexionen y evalúen su relación y aprendizaje de Jesús, y se resuelvan a seguir a Jesús con actitud de hacer y no sólo de saber.
Introducción:
Cada cristiano es un discípulo (un alumno) del más sabio e insigne de los maestros, nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, existe una gran diferencia entre ser convertido y ser un discípulo integral. El gran error que la iglesia en general ha venido cometiendo es que se ha limitado a buscar hacer convertidos, afiliados, partidarios o adeptos para su denominación. Pero no discípulos.
¿Por qué los seguidores de Jesús del siglo XXI, responden poco o nada a las tareas y compromiso del reino? ¿Se define la vida cristiana a mero tener comunión con Jesús y saber de él, y ya? ¿Por qué muchos de los miembros de las iglesias saben de Jesús, pero pocos asumen compromisos de servir dentro y fuera de la iglesia tal como Jesús espera de cada uno de los suyos? ¿Está usted viviendo en el modelo total de discípulo de Jesús?
¿Qué implica ser un total discípulo de Jesús? ¿Qué define, si nos estamos desarrollando conforme al discipulado que Jesús planteo originalmente a los suyos?
Desarrollo: La pesca era la industria más importante en torno al mar de Galilea. La pesca con redes era el método más usado. Capernaum, que llegó a ser el nuevo centro de operaciones de Jesús, era en ese tiempo la más grande de alrededor de treinta aldeas de pescadores situadas alrededor del mar (Mateo 4:12-18). Con base a esta experiencia cotidiana de vida, Jesús asocia la esencia del llamamiento que extiende a los suyos.
I. Implica aprender a dejar lo que nos ocupa y distrae, para entregarnos al aprendizaje de Jesús. Vers. 15 “…Arrepentíos y creed…” (Conversión)
Implica convicción que nos da disposición para ser aprendiz… Aprender de Dios y entrar en los procesos de continuos cambios que su enseñanza traen para nuestra vida.
Hábitos que nos impiden ser humildes para recibir el aprendizaje que de Jesús nos llega por medio de su palabra hoy.
De la palabra discípulo nos dicen que viene la palabra disciplina.
Para ser aprendiz de tal universidad es necesario la inscripción, una vez que eres alumno te proveen del uniforme y el reglamento de conducta de cada integrante del plantel educativo.
Entonces, de ahora en delante ya eres alumno, te pones el uniforme y buscas aplicarte a las normas que el plantel te propuso como requisito para ser parte de él. Esto significa que tendrás que desarrollar nuevos hábitos en tu persona.
II. Implica saber escuchar y responder a su voz e detrás de él. “…Venid…” Vers. 16
Discípulo significa: El que aprende viendo, oyendo lo que hace su maestro, y luego se levanta y hace lo que vio y oyó de su maestro.
Existe una gran diferencia entre ser alumno y discípulo. El alumno aprende la teoría y no necesariamente observa al maestro como el modelo para seguir (ejemplo de cualquier disciplina secular: medicina, derecho, arquitectura…).
En cambio, el discípulo de Jesucristo aprende del Maestro, no solamente de sus enseñanzas sino de su ejemplo de vida, y se resuelve a imitar, hasta conseguir ser como él (éste es el concepto bíblico de aprendizaje, o discipulado).
Ser un discípulo de Jesús, implica no sólo ser un simple seguidor y oidor de sus bonitas enseñanzas, sino requiere de disposición para pisar donde él pisó. “…«Dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas»…” (1 Pedro 2:21).
III. Implica dejarse en sus manos con humildad para ser formados conforme al propósito del llamado extendido. “…Y haré que sean pescadores de hombres…”
Creo que el gran problema de poca función y responsabilidad de muchos creyentes del siglo actual, está basado en esta incomprensión del llamado de Jesús, por tanto; muchos se quedaron en una conversión y afiliación a una denominación religiosa, puesto que el “ser discípulo no se nace, sino que se hace” es un proceso de toda la vida, de un aprender-enseñar.
Ser un discípulo total de Jesús, no sólo significa saber recibir de él, sino hay que saber impartir y repartir esa enseñanza a los otros que desconocen de él. 2 Timoteo 2:2 “…Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas confiar, y que sean capaces de enseñar a otros…” (TLA)
Conclusión
Amados amigos y hermanos, hoy hemos reflexionado sobre el total tamaño de lo que implica ser un discípulo integro.
Ahora bien, te invito entonces a responderte sobre la identidad de tu vida. ¿Eres convertido o un simple afiliado en una denominación religiosa? ¿Eres convertido, pero hasta ahora no has querido ser discípulo total de Jesús? O ¿Eres un simple oidor de las hermosas enseñanzas de Jesús y te limitas a oírlas, pero no vivirlas?
Ser un discípulo total de Jesús, nos impulsa a no sólo creer lo que él dijo, sino a respaldar lo que creemos de él, con hechos que se ajusten a su amor y misericordia obrada en favor de los hombres y mujeres.
Recuerda todos tienen la oportunidad de ser discípulos de Jesús. Y te está llamando. No olvides, los discípulos no nacen, sino que se hacen, y Cristo quiere trabajar contigo cumpliendo su propósito. Marcos 1:17
“…Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.»…”
© 2016, Saúl Reyes B. Poot.