Mensajes Cristianos
En mi vida personal, he oído a muchas personas conceptuar el amor. Unos lo llaman pasión, otros atracción, gusto, y hasta hay un criterio de que existe una categoría al cual han denominado “amor a primera vista”.
Lo cierto es que aquellos que se aferran a estos conceptos, tendrán fracasos porque ese tipo de amor está basado en aspectos externos que hoy son y mañana desaparecen. Ahora bien, no quiero referirme solamente al amor de la pareja, sino al amor hacia todos aquellos que nos rodean, lo cual para muchos constituye un reto difícil de enfrentar.
El amor
Es necesario recordar que el amor al igual que un musculo se fortalece con el uso. De la misma manera , el amor sin obras, es igual a fe multiplicada por cero.
Muchos dicen que las palabras y acciones, son motivadas por nuestros sentimientos más profundos, porque tienen su origen en el corazón humano, o lo que es lo mismo de nuestro ser interior. Las escrituras establecen que de “la abundancia del corazón habla la boca”-
El verdadero amor
He oído muy buenos mensajes sobre el amor a personas que no han sido movidos a ser la voz de Dios, sino solo un eco. El eco es imperceptible y da una imagen distorsionada de la palabra de Dios, y por tanto del verdadero amor.
Por eso tenemos que entender que los que son voceros de la palabra de Dios muestran con su ser y su quehacer el verdadero amor, el que no se podrá ni siquiera vislumbrar en aquellos que solo son un eco de su palabra..
¿Tienes dificultad para mostrar amor a los demás? El practicarlo diariamente en cosas pequeñas , hará que el amor forme parte de tu manera de ser y entonces cuando tengamos que enfrentarnos a dificultades grandes él estará allí.
No seas un eco hablando del amor de Dios, conviértete en su voz, porque su voz produce vida.
Versículo para hoy:
“…Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro…” 1 Pedro 1:22
No soy lingüista ni mucho menos, pero cuando Dios nos conmina a amarnos entrañablemente, da la impresión que nos debemos amar como si fuera una manifestación surgida de nuestras mismas entrañas.
© Francisco Medina. Todos los derechos reservados.
Central de Sermones… Mensajes Cristianos
