¿Cuanto camino Él?

Mensajes Cristianos… Devocionales Cristianos

En donde yo vivo es una área residencial que es privada y por lo mismo esta circulada, adentro hay un servicio de bus el cual te lleva hasta la salida que se encuentra a un kilómetro y poco más. Pero en una ocasión tenía que presentarme en un lugar a las 5:00 a.m., ya que iba a compartir una conferencia de como Dios puede restaurar familias a Quiche, (Es un departamento de Guatemala que está a 250 o 300 kilómetros depende la carretera que tomes, muy lindo el camino por cierto), bueno lo cierto es que en estas situaciones me toca caminar esa distancia, ya que a esa hora no hay servicio de bus.

Pero en una ocasión iba para Zapaca y de igual modo debía de salir a esta hora de mi casa para iniciar mi camino hacia allí, esta vez estaba lloviendo y recuerdo que luego de reclamar un poquito, le pedí perdón a Dios. Me puse mi capa y botas contra el agua y a caminar.

Llegue al punto de reunión en donde los demás iban en automóvil y cuando me vieron fue algo como: ¡Wow! Te viniste así lloviendo, alguien me dijo ¡Que pasión! Recuerdo que alguien más me dijo, Vas a ver como Dios te va a bendecir.

Por cierto lo que Dios hizo allí fue extraordinario, pero empecé a notar el amor que le tenía a la obra de Dios, y como en muchas ocasiones sacrifico el quedarme en mi cama cuando hay frío o cuando hay lluvia. Todo por ir a compartir las buenas nuevas.

Pero hace unos días me sucedió algo que me hizo comprender la magnitud de lo que Jesús hizo, fui al mercado a comprar la verdura y la fruta para la semana, esto lo echo en un costal y lo cargo hacia el bus que me deja en la esquina de mi casa, pero para mi sorpresa no había bus, el costal que llevaba pesaba tal vez unas 45 o 50 libras. Me lo eche al hombro y empecé a caminar, al principio todo bien.

Pero al cabo de unas 5 cuadras ya me empezó a doler el hombro por lo que el peso lo sentía bastante, paraba y descansaba, luego otra vez al punto que llame por teléfono a mi esposa y nos encontramos en el punto medio, ella llevando el carruaje de nuestro hijo y allí eche el costal, preferí cargar a mi hijo pequeño. Lo cual sentí como si el fuera un saco de plumas.

Pero en ese momento de cansancio y dolor, empecé a recordar lo que dice en la palabra que Jesús tuvo que llevar a cuestas la cruz a un lugar llamado “Gólgota” ¿cuanto habrá caminado cargando la cruz?, pero imagina el esfuerzo que hizo.

Estaba totalmente lacerado pero solo con la pérdida de sangre ¿cuán débil podía estar? Más sin embargo tanto nos amó que decidió llevar la cruz a sus espaldas

Él en cualquier momento pudo haber mandado a llamar una legión de ángeles y que llegaran a rescatarlo, más sin embargo tanto nos amó que decidió seguir lo que el Padre le pidió.

Él con una palabra hubiera podido parar todo, mas sin embargo tanto nos amó que decidió quedarse callado e ir como cordero al matadero.

¡Qué grande es su amor!

Y es que en ese momento en que Él iba caminando lo que le movía a finalizar lo que inicio fue que al momento de recibir todo el peso del pecado sobre sus hombros, tu y yo íbamos a ser libres, tu y yo íbamos a ser comprados a precio de sangre, porque tú y yo estábamos destituidos de la gloria de Dios pero por Él íbamos a ser restituidos.

Él siguió y soporto el camino difícil para que con cada martillazo que recibía en esos clavos, Él te estaba haciendo libre de esa adicción que tanto te aqueja.

Solo puedo decir y espero que tú también, ¡Gracias Jesús por ese sacrificio!

¡Gracias por llevar todo esto a su final!

Enséñame como poderle llevar a otros las buenas nuevas.

© 2016. Oscar Montenegro