Mensajes Cristianos… Devocvionales Cristianos
En aquella comunidad, rodeada de montañas, se veía una pequeña Hacienda, y una casa color amarilla que podía verse resplandecer. Don Mario, quien tenia 53 años y su empleado de alta confianza era quien siempre estaba a su lado se llamaba Tulio En aquella ocasión don Mario decidió hablarle a uno de sus empleados más recientes que era don Victor un señor sexagenario y se dio la siguiente platica:
Don Mario, Buen Día, con mucho respeto y con mucha pena le quiero solicitar me pueda usted hacer un adelanto de mi paga si usted pudiese hacerlo.
Don Mario quitando su sombrero y rascando su cabellera no poca preguntó: ¿y qué me le pasó Don Victor, tuvo alguna emergencia? Tulio quien Tenía 40 años frunció el ceño y comenzó a ver de reojo al solicitante del favor.
Don Víctor dijo: Bueno, usted sabe patrón, las necesidades llegan y por pena a veces uno no dice nada, pero mi esposa ha estado con una diarrea y dolores de cabeza y ya le he dado todo lo casero posible y debo llevarla al médico en las afueras del pueblo, ya que aquí no hay medicinas, ni tan sola una enfermera, ahora imagínese la escasez de medicos!
Don Mario preguntó: ¿tienes en que transportarla?
Don Víctor se quitó la gorra que andaba y dijo: esperaremos el bus que pasa en la madrugada y así poder llegar al medico que atiende en las mañanas Don Mario le dirigió la mirada a Tulio y expresó: Tulio, quiero que me lleve a Don Victor y su esposa al medico que está en el otro pueblo y llévese la camioneta doble tracción y páguele la cuenta, salga lo que salga !
Don Víctor se arrodilló ante su patrón y Don Mario de inmediato le dijo: y que estás haciendo, si yo no soy Dios, solo ante Dios y Jesus te puedes arrodillar ! Levántese don Victor, no se preocupe, usted trabaja conmigo y vamos a ayudarle en algo, además tómese unos días para que pueda atender a su mujer, perdón a su esposa.
Don Víctor le dijo: si patrón es mi mujer, aún no nos hemos casado.
Don Mario dijo: ah ! Mire que cosas de la vida, pero si usted gusta Don Victor, podemos mandar a traer al abogado y al ministro religioso y hacemos la ceremonia!
Don Víctor le dijo: Patrón, eso sí que no lo esperaba ! Bueno allí al estar ella más alentada, pues uno siente que no esta haciendo bien las cosas así solo gallo y gallina.
Su patrón dijo: Don Victor, usted se está perdiendo las mejores bendiciones por estar así de amachinado, busque las cosas no por las orillas, y verá que todo va a ser mejor.
Ahorita no se atrasen, váyanse con Tulio, el les va a ayudar y servir de conductor.
Tulio dijo en ese momento para evitar ir a ayudarle al peón como les solia decir a todos.
Mire Don Mario, en este momento ando con un buen dolor de cabeza que no lo aguanto, hace horas estoy así y me da visión borrosa.
Don Mario le quedó observando de pies a cabeza y dijo: ¿y que pasa que no me lo habías dicho?
Tulio sintió el tono pesado del patrón, quien confiaba plenamente en él.
Sabía que su patrón era un hombre de un solo perfil .
Antes que contestase, don Mario dijo: bueno, entonces yo lo llevaré Don Victor a usted y su esposa, y de paso que te de una revisada el doctor a vos también Tulio, pues si se me enferman los trabajadores la cosecha baja y se pierde la bendición para todos.
Tulio ahora estaba aún más avergonzado, pues jamás imaginó que su patrón manejará tan bien la situación y se dispusiera a manejar .
Tulio dijo: yo creo que yo puedo ir en otra ocasión al médico, no es necesario que haga gastos innecesarios en mi personas Don Mario.
Su patrón le vio y le dijo: yo no sugiero, ni pregunto ;en este momento estoy dando una orden, Tulio, usted sabe mejor que nadie como actuó yo y si te me pones los moños cuando doy una orden, mejor te me vas de mi casa.
Todos se montaron al vehículo con asientos de cuero y se podía ver el rostro de Tulio demudado y no disfruto del paisaje.
Llegaron a la clínica y esperaron a que el medico les atendiera, mientras esperaban en la pequeña sala de espera, vieron un cuadro que decía :” si estás enfermo, estás en el lugar indicado “
Don Mario señaló el rótulo y dijo: Mira Tulio, esto es para vos, memorízatelo.
Tulio quien no tenía ninguna enfermedad, sintió que le caía un balde de agua por andar de mentiroso.
Don Mario mientras caminaba de un lado a otro de la clínica con sus brazos cruzados dijo en tono alto: creo que a partir del otro mes, vamos a dejar a Victor de mi capataz, vamos a darle unas vacaciones a Tulio, creo que se me está enfermando y no quisiera que este trabajo que requiere mucho carácter lo vaya a terminar.