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¡Pudiste hacer más por tu prójimo…!

Mensajes Cristianos – Predicas Cristianas

Lo que jamás ha podido olvidar, ni siquiera en los atardeceres de ensueño en las costas del Pacífico, fue la última mirada que le prodigó su amigo Anselmo –en una extraña mezcla de angustia y temor– instantes antes de perderse en medio del remolino que le quitó la vida en el río Bocas de Satinga, al sur de Colombia.

Esa mirada le persigue a todas partes. Al comenzar la jornada, cuando se embarca para pescar, al caminar por un sendero de la playa, cuando ve morir el día sentado sobre una roca del acantilado o en las noches en las que se reúne junto con su familia, alrededor de una lámpara de kerosene.

“Siento que pude hacer algo más” repite una y otra vez al recordar, como devolviendo una película, el momento en que se volteó la pequeña embarcación y su interés por no perder los aperos de pesca.

También rememora la llamada de su compañero de faena, implorándole que le ayudara. Extendió su mano, pero realmente no se esforzó mucho. Él mismo estaba asustado. La fuerza del agua pudo más. Anselmo murió ahogado. Lo encontraron tres días después. Dejó una mujer viuda y tres niños pequeños, todos en la más absoluta miseria.

Una cosa es escribir la historia y otra –bien diferente–, escuchar el relato y el dolor que embarga a uno de sus protagonistas.

Meditaba en cuántas cosas hemos podido hacer por nuestro prójimo, pero evadimos nuestro compromiso. Restamos importancia a su necesidad de ayuda o de apoyo. Buscamos una excusa. Les dejamos solos. Pero cuando somos nosotros quienes experimentamos el dolor, esperamos que nos brinden acompañamiento.

En adelante, la actitud que asumimos debe ser diferente. No podemos seguir insensibles ante el dolor ajeno. Por el contrario, en lo que esté a nuestro alcance, estamos llamados a prestar ayuda. Es una característica que identifica al cristiano auténtico. Al respecto al apóstol Pablo recomendó a los primeros creyentes: “Que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras dadivosos, generosos; atesorando para si bien fundamento para todo lo poder venir, que echen mano de la vida eterna” (1 Timoteo 6:18-19).

Es necesario testimoniar la condición de seguidores de Jesucristo con hechos que revelen una naturaleza renovada. Jamás olvide que predicamos más con lo que hacemos que con todo lo hermoso que digamos. Esa es la manera de contribuir a la construcción de una sociedad más humana, donde prime el amor…

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