Mensajes Cristianos
“Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor.” Apocalipsis 2:4 (RV 1995)
¿Qué amor es este al cual Jesús nos insta a volver? ¿Se trata de ese afecto profundo, emocional que en algún momento tuvimos por Él y que se ha ido enfriando? ¿Es un amor sacrificial?
¡Nuestro mayor deseo era hacer algo para Cristo! ¿Es un amor por Su Palabra? ¡Hubo un tiempo cuando no podíamos dejar de leer la Biblia!
Es muy posible que en algún momento pasado de nuestra caminata con el Señor, fuéramos mucho más fuertes en todas estas áreas. Seguramente, no importa qué circunstancias nos hayan ocurrido, hoy deseamos crecer en todas estas áreas.
¿Pero qué era lo que nos impulsaba a poner a Cristo en primer lugar entonces?
Teníamos un hambre espiritual que nada en el mundo podía suplir. Éramos pecadores, en un camino de destrucción. Éramos incapaces de ayudarnos a nosotros mismos, y nuestro destino eterno parecía desierto. Necesitábamos un Salvador, ya que si Dios actuaba como Juez, ¿Quien podría entonces salvarnos del castigo que, sin duda, merecíamos?
Entonces descubrimos, a través de alguien o alguna circunstancia dirigida por el Espíritu Santo, la verdad más asombrosa acerca de Dios.
Aprendimos que Él nos amó tanto que escogió cargar sobre si mismo nuestros pecados y convertirse en el sacrificio perfecto requerido para anular el poder que el pecado y muerte poseían sobre nosotros.
“La Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros.” Juan 1:14 (VP)
Jesucristo fue así nuestro Señor y Salvador; fue Su amor por nosotros que nos atrajo a Él. ¡Sentíamos que nunca llegábamos a recibir suficiente de Él! ¡Deseábamos saber todo que pudiéramos sobre este asombroso Señor que tanto nos amó! Amábamos estar en Su presencia y sentir el consuelo de Su Espíritu hablando a nuestros corazones y guiando nuestros pasos.
¿Necesitas volver a tu primer amor? ¿Sientes que tu fervor por Cristo no es lo que fue una vez ? Volver a nuestro primer amor es tan simple como recordar cuánto Dios nos ama y cuánto Él ha hecho por nosotros.
Es recordar aquellos días cuando diariamente nos encontrábamos y experimentábamos Su amor de manera fresca y siempre nueva. Es volver a visitar esos recuerdos tempranos cuando le decíamos cuánto le amábamos.
Vuelve otra vez al amor que una vez experimentaste.
Enamórate de Cristo de nuevo. Abre una vieja página de tu diario espiritual y léela. Llama de nuevo a algunos de aquellos recuerdos antiguos y dile a Jesús cuánto le amas. ¡Dile de nuevo que lo amas! …¡El te esta amando cada minuto!
“El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo, para que, ofreciéndose en sacrificio, nuestros pecados quedaran perdonados.” 1 Juan 4:10 (VP)
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