Mensajes Cristianos
Texto: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” Lucas 10:38-42
Introducción:
El Señor Jesucristo durante su vida se hizo de muchos enemigos, los que finalmente terminarían crucificándole. Pero también tuvo muchos amigos, buenos amigos, entre los cuales destacan Lázaro, María y Marta, quienes eran hermanos entre ellos, y vivían en una aldea de Betania. A éstos Jesús visitaba frecuentemente.
Ahí el Señor se sentía en confianza, y descansaba junto a esta familia. Estos hermanos habían adquirido la confianza del Señor Jesús, de tal manera que Marta, que era una mujer impulsiva, cuando su hermano Lázaro había muerto, y Jesús llegaba 4 días después de la muerte de Lázaro, se adelantó a recibirle, no lo esperó en casa, sino que salió a su encuentro, y con la confianza que tenía con el Señor, le dijo: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.” Juan 11:21
En este hogar donde vivían Marta y María, se da la situación que hemos leído en Lucas 10:38-42. El escritor no menciona a Lázaro, ni a los discípulos que siempre acompañaban al Señor, creo que esto se debe a que Lucas quiere enfocarse en el diálogo que Jesús tiene con Marta.
En esta narración podemos ver tres cosas importantes:
1. No importa el lugar donde te encuentres.
Ya hemos dicho que Jesús visitaba frecuentemente este hogar compuesto por estas hermanas, y cada vez que él llegaba tenían momentos de relajo, comían juntos, ellas atendían al Señor. Podemos decir que Marta estaba en el lugar correcto, porque ahí estaba el Señor. Pero no era suficiente estar ahí, el Señor siempre espera algo más de nosotros.
Podemos decir que nosotros nos encontramos en el lugar correcto, donde nos reunimos con los hermanos, donde se predica su Palabra, donde se habla de Jesús, pero no es suficiente.
2. No importa lo que hagamos.
Marta se entregaba por completo al servicio, quería atender de la mejor manera al Señor, pero no era suficiente cumplir en esta forma, el Señor siempre espera algo más de nosotros.
Incluso Marta le reclama al Señor, con la confianza que le tenía, haciéndole ver todo su servicio de amor por él, y reclamando de su hermana la misma entrega, pero Cristo le dice: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” Cuando el Señor menciona dos veces una cosa, es para que se le ponga una atención especial: “Marta, Marta…”
Podemos decir que nosotros estamos haciendo lo correcto, sirviendo al Señor, predicando su Palabra, enseñando el reino de Dios, discipulando, proclamando la salvación, pero no es suficiente. Debemos elegir la buena parte que no nos será quitada.
3. ¿Cuál es la buena parte que no le será quitada?
Vemos a María a los pies de Jesús, oyéndole hablar. Y esto es lo que en definitiva el Señor espera de nosotros, que nos postremos a sus pies, pasemos tiempo con él, oigamos su voz en el silencio de nuestro corazón. Esto habla de comunión, intimidad, adoración. Esto es lo que espera el Señor de nosotros. Recordemos que Dios busca adoradores que le adoren en espíritu y en verdad. Esta es la buena parte que no nos será quitada.
Conclusión:
Si el Señor Jesús califica como la buena parte que no nos será quitada el estar en su presencia, escuchando su dulce voz, tiene una razón suficientemente poderosa para hacerlo. El haber estado en su presencia nos garantiza que en cualquier lugar dónde nos encontremos, seremos de bendición para nuestro entorno, y que cualquier servicio o ministerio que desarrollemos contará con el respaldo de Dios.
Yo te invito a tomar una decisión hoy, no importa cuánto tiempo lleves en el evangelio, que valores estar en Su presencia, y decidas dedicar más tiempo que lo habitual para buscar Su rostro en adoración. Dios te bendecirá. Elige la buena parte que no te será quitada.
© Guillermo Hinojosa Salgado. Todos los derechos reservados.