Mensajes Cristianos
1ª Corintios 7:8-9: “Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.“
En una ocasión un amigo mío, Guillermo Montano, me contaba acerca de un hermano que, predicando, había dicho que tenía el don de continencia, que lo había descubierto, pues no tenía la necesidad de estar con una mujer. Pasado un tiempo decidió, según él “darse una oportunidad” y se casó.
A menos de un año, se separó de su esposa pues volvió a darse cuenta según él, que no tenía el deseo físico de tocar a su mujer, y culpó a Dios por su supuesto estado de continencia.
En nuestros días, el soltero puede encontrarse con diferentes influencias que podría llegar a confundir. Pablo habló a los solteros y a las viudas diciéndoles que es mejor quedarse así que procurar casarse, mas de la misma manera, aseveró que solo con un verdadero don de Dios es posible permanecer en este estado, sino, dijo, cásense.
Al llegar al sagrado estado del matrimonio pues dice Hebreos 13:4: “Honroso sea en todos el matrimonio…” el hombre y la mujer, se dan en una entrega absoluta, se casan muy enamorados y con ideales compartidos, hasta que permiten un veneno conocido como: LA USURPADORA.
Como es claro que la mayoría, por no decir todos, no tenemos el don del cual Pablo hace referencia, la infidelidad es un tema común entre nuestra gente. Usted sabrá como el internet por ejemplo, es uno de los medios más usados para arreglar citas “a ciegas”, casos tanto de jóvenes como en su mayoría personas adultas, hombres y mujeres con hogares establecidos.
La infidelidad acarrea muchos problemas y maldición. Devasta enormemente la estabilidad emocional de la pareja y comienza a dilatar lo que un día ha sido el fuerte lazo de la confianza y lo transforma en un débil hilo de seda que no necesita ningún esfuerzo para romperse.
Siempre he predicado y he dicho que si una infidelidad es cosa del pasado, y nadie se enteró, bueno fuera guardar silencio pues arriesga inevitablemente la estabilidad de su matrimonio.
¿Sí o no que un infiel es un infeliz?
Quizá alguien que este leyendo piense: Yo he pasado por ahí, no me pasó nada, nadie se dio cuenta, y lo disfrute… creo que no hay nada de malo en eso…
La biblia dice en Hebreos 10:26: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados“.
Si usted no es creyente, probablemente su postura no sea del todo errónea, pues a su manera de pensar usted no hace daño.
Desde el punto de vista bíblico, conozca o no usted las verdades de la Escritura, la biblia declara que hay una enorme infracción llamada “pecado” al pensar y actuar de esta manera. Un infiel nunca va a ser feliz, aquí algunas razones que le pido considere:
- 1. En su mente siempre anhela un reencuentro.
- 2. Existe la sensación que algo falta.
- 3. Tiene que vivir escondiéndose de lugares y personas.
- 4. El dinero nunca será suficiente. No se puede mantener dos hogares.
- 5. Seguramente le pagan de la misma manera.
Podría enumerar más consecuencias. Hemos aprendido en otras ocasiones que detrás de toda infidelidad hay un canasto lleno de serpientes esperándole.
Es un problema tener una sola pareja. Se enoja, piensa diferente, necesita comprensión y mantenimiento; ahora piense ¡Cuánto más problema es tener más de una pareja!
Usted hombre, puede pensar que lo que escucha de sus amigos es importante, que es necesario ser como ellos. Usted piensa: los he visto como disfrutan, se van de noche, toman unos tragos y vuelven al siguiente día como si nada. La biblia dice:
Proverbios 5:18-20: “Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?“
¿De qué sirve vivir una vida de ilusiones y falacias, si al final de cuentas es infeliz?
No hay nada más hermoso que llegar a su casa, disfrutar de la mujer que Dios le entregó y con la cual recibió sus hijos. Piense: ¿Vale la pena arriesgar la seguridad de su casa, por una persona que no podrá llenar las expectativas de su vida?
Jesús repudia la infidelidad. Le invito a que cierre puertas a las trampas que el enemigo monta en su claro interés de desmenuzar su felicidad.
Invite a Cristo a su corazón:
Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente salvador personal. Creo que eres Dios, que moriste en la cruz en mi lugar, y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento soy pecador, gracias doy al Padre por enviar a su Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús por salvar mi alma hoy.
En Cristo Jesús mi salvador… amén.
© Giovanni Ordonez. Todos los derechos reservados.