Sabiduría de Dios     

 Mensajes Cristianos

Salomón fue hijo del Rey David,  amaba a Dios, e hizo convenio con Él de que sería obediente todo el tiempo que fuera rey de Israel. Salomón era muy joven, y en un sueño el Señor le pregunta ¿Qué quieres que te dé? A esto Salomón contesta SABIDURÍA para gobernar bien a mi pueblo.

Al Señor le agrado lo que Salomón pidió y dice:  “Porque has pedido sabiduría y no larga vida ni riquezas, te daré mas sabiduría que a cualquier persona que haya vivido hasta ahora. Pero además de eso,  yo te daré las cosas que no pediste, si, te daré riquezas y gloria”. (1 Reyes 3: 9-14)

Salomón llegó a ser conocido por su sabiduría, grandes personajes de todas las naciones fueron a verlo (1 Reyes 4:34), y a poner a prueba su conocimiento. También adquirió gran riqueza, y se dice que en toda la tierra no había ningún rey que pudiera compararse con él.

Bajo el mando de Salomón, Israel hizo historia como nación: obtuvo honor, bienes, poder y respeto entre todas las naciones; todo fue suyo por causa del talento administrativo del más grande de sus reyes. Salomón fue el autor del libro de los Proverbios y cantar de los cantares (1 Reyes 4:32).

La sabiduría es uno de los dones que obtenemos por medio del Espíritu Santo, el resumen de la historia de Salomón es un ejemplo de quien tiene sabiduría puede obtener gloria y riquezas.

La sabiduría es de Dios y la inteligencia es de los hombres. 

Hay personajes públicos, amigos, conocidos o familiares, que en nuestra propia opinión son inteligentes, inclusive al medir su coeficiente intelectual lo son en gran medida.  Una persona inteligente es guiada por su propio razonamiento.

Todos somos inteligentes pero Dios nos ha  dado un talento especifico, son capacidades naturales con las cuales nacemos, por ejemplo los abogados les gusta leer, debatir y a otros les gusta escribir y no hablar en público, los dos pueden ser exitosos desde que lo hagan con pasión.

Pero es más inteligente tener sabiduría; la sabiduría te hace ser una persona coherente en todas las áreas de tu vida, no es momentánea sino eterna.

El más sabio fue Jesús y nuestro Padre siempre mantuvo la calma, y era un líder natural guiado por Dios.

Un hombre inteligente coloca todos sus esfuerzos en surgir para alcanzar una prosperidad material, es egocéntrico, vive de las apariencias y su  ambición no tiene límites, estoy dando el ejemplo de un hombre “exitoso” en el mundo actual.  Pero, ¿cuántas personas que tienen estas características pueden perder todo por una mala decisión, no solo lo material, sino  sus hogares, o se ven que no son personas felices?

También he visto personas “inteligentes” laboralmente,  pero su vida amorosa no es estable. O personas muy ricas que lo pierden todo y se suicidan.  O tienen aparentemente todo lo material y se quitan la vida. O jóvenes que se sienten “vacios” y no le hayan el sentido a la vida.

Bueno hay de todo para mostrar, es de sabios pedir a nuestro Señor sabiduría, para que sea Dios guiándonos en tomar todas las decisiones de nuestra vida, debemos ser sabios en orar, para que todo lo que pedimos y hacemos sea cumpliendo la voluntad de Dios.

Todos queremos ser exitosos y Dios quiere que lo seamos, de Dios es la plata y todo lo que hay en este mundo (Hageo 2:8), Él nos dará lo que nos merecemos porque todo requiere un esfuerzo, lo importante es que este encaminado por nuestro Señor.

No queremos un éxito momentáneo, un hogar por pocos años,  deseamos tener la gloria que solo Dios nos puede dar, las características de una persona sabia son:

• Son hijos de Dios entregados en cuerpo y alma a seguir sus mandamientos.
• Aman a Dios sobre todas las cosas.
• Practican lo enseñado por Jesús.
• Entregan al Señor todo lo que hacen.
• Su familia es lo principal después de Dios
• Piensan más en los demás y no en su propio bienestar.
• Su vida es más equilibrada.
• Son personas tranquilas, humildes y llenas de gozo
• Son personas con las que quieres compartir, son buenos consejeros.

Jóvenes cristianos, hermanos, no interesa la edad que tengas, Dios les dará la sabiduría si la piden en oración (Santiago 1:5), “porque más vale joven pobre pero sabio que rey viejo pero necio, que ya no sabe recibir consejos” (Eclesiastés 4:13).

¡Dios los bendiga!

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