Mensajes Cristianos – Predicas Cristianas
Las mariposas emergen de sus crisálidas con las primeras luces de la mañana y, después de engalanar el mundo con la variedad multicolor de sus alas, llegan al atardecer de su existencia cuando apenas llevan pocas horas de revolotear.
Esa fue una de las tantas enseñanzas que aprendieron Patricia Restrepo y su hija Vanesa Wilches cuando dieron vida a una de las pocas empresas que exporta este género de insectos desde Colombia. La idea les surgió una tarde tras visitar un mariposario en los Estados Unidos. “¿Qué pasaría si exportamos ejemplares desde nuestro país?”, se preguntaron para comenzar, días después, a gestar “Alas de Colombia”, que está enviando mensualmente cuatrocientos ejemplares disecados.
Comenzar no fue fácil. Por el contrario, les tocó enfrentar la oposición de amigos y conocidos que les aconsejaban no emprender un proyecto de esa proporción. “Fracasarán”, insistían. Pero el empeño, la fe y el optimismo, pudieron más que las voces pesimistas. Y hoy tienen un criadero en La Buitrera, un paradisíaco lugar en las montañas, desde las que se aprecia la hermosura del Valle del Cauca surcado por el río principal semejante a una cinta de plata que se pierde en el infinito.
El mundo conoce ahora mariposas colombianas, de las 3.500 especies diurnas y 45.000 nocturnas que embellecen los estudios, las salas y las estancias de los coleccionistas.
Siempre que emprendamos un proyecto encontraremos oposición, burlas y críticas. Pero la clave está en perseverar. Seguir adelante. Personas frustradas encontrará por montones. Abrieron las puertas al desánimo. Permitieron que la incertidumbre nublara sus sueños, metas y esperanzas. Pero usted no puede ni debe actuar así…
En la Biblia podemos leer una recomendación de un antiguo exponente de la sabiduría. “Vale más terminar un asunto que comenzarlo. Vale más ser paciente que valiente.” (Eclesiastés 7:8. Versión Popular “Dios habla hoy”).
¿Puede encontrar el sentido? Es fundamental que cuando comencemos un proyecto, lo terminemos. Debemos dejar de lado la costumbre de quedarnos en la mitad del camino. Usted y yo podemos lograr—con ayuda de Dios—todo aquello que nos propongamos. Concebir el término “Imposible” nos conducirá al fracaso. Llenarnos de fe en el poder del Creador que, en su voluntad obra a nuestro favor, nos llevará a expresar:”¡Es posible!”. Comience hoy, no se deje vencer…
