Mensajes Cristianos
Proverbios 12:17-18 “El que habla verdad declara justicia; Más el testigo mentiroso, engaño. Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina”.
A través de los estudios biblicos y los mensajes cristianos aprendemos que la lengua es como espada que puede ser usada para bendecir o maldecir; la lengua es muerte o vida; veneno y medicina para quienes la usan; la lengua es un miembro muy pequeño entre los miembros de nuestro cuerpo, pero de gran poder entre los demás, según como cada uno la use, comerá del fruto de sus labios.
La lengua es la que articula y emite las palabras, es como espada de bendición si es que ha sido transformada por el poder de Dios; y de maldición, si todavía sigue siendo usada por el enemigo de nuestras almas:
Santiago 3:6 “La lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno”.
La naturaleza caída en el hombre está inclinada siempre a hacer el mal; la lengua es usada como espada de maldición en la boca de los pecadores, contiene dentro de si la suma de todas sus iniquidades: La maldad del corazón, la envidia, la mentira, los celos, las contenciones, la vanagloria, la murmuración, el orgullo, las calumnias, etc; son las que provienen de esa naturaleza caída, carnal y diabólica, y no de una vida nueva y renovada en Cristo Jesús, que ha sido transformada por el poder del Espíritu Santo de Dios:
Santiago 3:17-18 “Pero la sabiduría que viene de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”.
A través de los estudios biblicos y los mensajes cristianos aprendemos que la lengua que es usada como espada del Espíritu, es un instrumento de honra entre nuestros miembros, produciendo sanidad a nuestra tierra, medicina a nuestros huesos, restauración a nuestras almas, bendición en nuestra maldición, liberación en la opresión, salvación en nuestra perdición, prosperidad en nuestras miserias; la lengua usada con sabiduría, es una lengua que practica la cordura, la prudencia, la justicia y misericordia:
Proverbios 31:26 “Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua”
A través de los estudios biblicos y los mensajes cristianos aprendemos que la lengua usada con sabiduría refrena sus labios y mide sus palabras, las pesa y discierne, evitando proferir palabras corrompidas, ociosas, chismosas, que solamente producen daños y heridas a quienes son enviadas y también a quienes las escuchan.
La lengua está guardada entre nuestros miembros de una manera especial, Dios puso muro y ante-muro, rejas y puerta al cuidado de nuestra lengua; rejas que no permitan el movimiento y la articulación de nuestra lengua que son los dientes que tenemos en nuestra boca; y puerta que son nuestros labios, para mantenerla cerrada y no darle libertad a esa lengua para pronunciar palabras que hieren, matan, dividen y destruyen:
Salmo 141:3 “Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios”.
Cuantos matrimonios son destruidos por el desenfreno de la lengua; cuantas amistades y relaciones son rotas por la lengua corrompida y mal intencionada; cuantas familias son divididas por las murmuraciones y los chismes; la lengua es como una espada que se pude usar enviando palabras de bendición para otros y así mismo, palabras que curan las heridas físicas, que sanan las heridas del alma; palabras que edifican, palabras que animan y fortalecen en medio de las pruebas, palabras que traen liberación y salvación a nuestras almas, palabras que fortalecen y consuelan nuestro corazón en los tiempos de aflicción.
La lengua que es usada como espada de destrucción en las manos del impío, dará a si mismo comida del fruto de sus labios, y la calamidad estará acechando a las puertas de su vida para su propia ruina:
Proverbios 12:14 “El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; y le será pagado según la obra de sus manos”.
La lengua santificada es usada como espada del Espíritu emitiendo la verdad de Dios, Hebreos 4:12 “Porque la palabra es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filo; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyuntura y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”;
A través de los estudios biblicos y los mensajes cristianos aprendemos que la lengua usada como la espada del Espíritu produce sanidad, liberación, santificación y salvación; la palabra de verdad se edifica sobre la roca, la verdad no se muda, no cambia, ni se mueve de su lugar; es fiel y verdadera y permanece para siempre:
Proverbios 21:28 “El testigo falso perecerá; Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho”.
La lengua mentirosa es como un castillo edificado en la arena, que para mantenerse en pié, es necesario reforzarlo con más y nuevas mentiras; el castillo que se edifica con mentiras no permanecerá, al menor descuido caerá, ocasionando grandes destrozos y destrucciones, pero toda mentira se manifestará a la luz de la verdad, y la verdad misma la destruirá:
Proverbios 12:19 “El labio veraz permanecerá para siempre; Mas la lengua mentirosa sólo por un momento”.
Dios nos ha llamado para santificación; si alguno quiere ser usado como vaso de honra, debe ser limpiado y consagrado para la gloria de su nombre, no podemos permitir que ese miembro tan pequeño, pero tan poderoso entre todos los miembros de nuestro cuerpo, domine sobre nuestras vidas, sino que debemos ser nosotras quienes dominemos nuestra lengua.
No usemos la lengua como espada de destrucción para pecar, sino refrenemos nuestra lengua y seamos prudente, prontas para oír pero lerdos al hablar, pesando nuestras palabras, hablando con sabiduría; que sean nuestros miembros usados como instrumentos honrosos y no viles:
2 Timoteo 2:21 “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.
Que nuestra lengua sea un instrumento de bendición, día a día el creyente debe ir creciendo en gracia, amor y sabiduría, nuestra lengua debe ser usada por el Espíritu de Dios como instrumento de bendición y salvación.
Los hijos de Dios hemos sido creados para alabanza y honra de su nombre, ofreciendo frutos de alabanza que confiesen su nombre:
Hebreos 13:15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre”.
No olvidemos pues de usar nuestra lengua como instrumento de bendición, con sabiduría celestial; con inteligencia, cordura y prudencia, que nuestra lengua sea limpia, santificada y con sinceridad; ofrezcamos adoración, alabanza y acción de gracias al Padre celestial y Señor nuestro. Amén.
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