Mensajes Cristianos
Hechos 9:1-6 “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este camino, los trajese preso a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿Porqué me persigues?. El dijo: ¿Quién eres Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quién tu persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.”
Temblando y temeroso Saulo, dijo: “Señor. ¿Qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”
Saulo, perseguidor de la iglesia de Jesucristo, asolaba y esparcía a los creyentes; entrando a las casas, arrestaba los hombres y mujeres y los entregaba en la cárcel. Saulo yendo por el camino a Damasco, respirando aún de sus amenazas, aconteció que oyó una voz que le decía “Saulo, Saulo ¿porqué me persigues?.”
Quiero darte un mensaje de parte del Señor Jesucristo para tu vida. Así como Jesús se presento delante de Saulo, se quiere hoy presentar ante de ti, solo debes disponer tu mente y tu corazón para recibir su mensaje.
Saulo era un hombre importante y de mucha influencia, quizás como tú, pero con una gran ceguera espiritual que no le permitía conocer la verdad de Jesucristo.
Esa ceguera lo llevaba a destruir la fe de los verdaderos hijos de Dios. Jesús se hizo presente en la vida de Saulo tal cual era, es y será, con toda su majestad, gloria y poder, para hacerle conocer la equivocación de su proceder en contra de su obra redentora.
Hoy, Cristo se presenta ante ti para decirte como le dijo a Saulo: “Dura cosa te es dar coces contra el aguijón”.
Hoy, Cristo se presenta ante ti para decirte que estás haciendo sufrir a uno de sus pequeñitos, que no te duele estar destruyendo la fe de aquel que está a tu lado.
Jesucristo te quiere decir a ti que estás siendo usado por Satanás para sacar del camino de la salvación a aquellos que han creído en el Señor Jesucristo. A ti que estás rechazando la gracia de la salvación, que estás cerrando la puerta del cielo no solo para ti, sino que les estás estorbando a otros la entrada al reino de Dios.
Saulo debió reconocer la voz de Dios por lo cual el respondió: Señor, ¿Qué quieres que yo haga? , y lo primero que hizo Saulo y que es lo que debes hacer tú, si estás en las mismas condiciones que él, es:.
- Reconoció el señorío de Cristo (vers. 5)
- Obedeció la voz de Jesucristo (vers 6)
- Recibió la vista espiritual (vers. 17)
- Fue bautizado y recibió el Espíritu Santo (vers. 19)
- Se convirtió y comenzó su trabajo evangelístico (vers. 20)
- Lucho y se esforzó demostrando que Jesús era el Cristo (vers. 22)
Cristo hoy quiere cambiar tu corazón, no sé cuales serán los pecados de los que tienes que arrepentirte, no sé cuantas almas has herido, dañado, afligido estás haciendo sufrir, pero grande es el amor del Señor Jesucristo por tu vida.
De ti tiene misericordia como la tuvo con Saulo y también como lo tuvo con él, lo tiene contigo, un gran propósito para tu vida; Jesús te dice a ti:
“Instrumento escogido me eres, para hacer conocer mi nombre al mundo, a los reyes y a los hijos de Israel.” (vers. 15).
Cristo está llamando a tu corazón y Él cumplirá su propósito en ti, (Salmo 138:8). Si fuiste valiente y con agallas, sin tener temor alguno para dañar y destruir las almas, cuanto más valiente te hará Jesús para ganar las almas y llevarlas a los pies del Salvador para que reciban la vida eterna que Dios ha preparado para todos los que han creído en su amado Hijo Jesucristo.
Juan 3:16 “Porque de tal manera Dios amó al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Hoy, las escamas de tus ojos se han caído por la verdad que estás recibido en tu corazón, hoy el Señor Jesucristo te abre los ojos espirituales para ver, y abre tus oídos para escuchar su voz y que obedezcas a su llamado. No seas duro de cerviz, ni endurezcas tu corazón (Hebreos 3:15). Entrégale tu corazón al Señor Jesucristo, Él es quién perdona todos tus pecados.
Isaías 43:25 “Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.”
Avanza en el llamado y el propósito que Dios tiene contigo, tu vida le costó un precio muy alto al derramar su sangre preciosa en la cruz del Calvario para salvarte y entregarte vida eterna.
Hoy tú puedes responder a su llamado y entregar tu vida y ser un vaso limpio, santo y puro para ser usado como siervo del Altísimo para gloria y honra de su nombre.
Reconoce todo lo que Él hizo por la humanidad y lo hizo por amor a ti. Eres un instrumento escogido por el Señor para hacer conocer Su nombre y llevar las almas que no conocen la verdad del evangelio a los pies de Jesucristo y que sean salvas de la ira venidera, (Juan 3:36), y reciban la vida eterna que Dios ha preparado para toda la humanidad.
- Jesús te ama con amor eterno (Jeremías 31:3)
- Se entregó en sacrificio vivo por ti (Gálatas 2:20)
- Te escogió desde el vientre de tu madre (Jeremías 1:4)
- Te escogió para ser su siervo (Isaías 49:1)
- Él te librará, te glorificará y te mostrará su salvación (Salmo 91:15)
Tienes un gran privilegio de ser llamado siervo del altísimo, no cierres tus oídos a su llamado y pon tus manos en el arado sin mirar atrás.
Lucas 9:62 “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”
Grande es la recompensa para todos los que aman y toman el desafío de ser un instrumento santo para ser usada para el engrandecimiento del reino de Dios.
Que el Altísimo te cubra de su gloria y puedas responder a Su llamado para así decirle: “Señor ¿Qué quieres que yo haga?“
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