Mensajes Cristianos
Deuteronomio 1:34-40 “Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo: No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, excepto Caleb hijo de Jefone, el la verá y a el le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente ha Jehová. También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entraras allá. Josué hijo de Nun, el cual te sirve, el entrará allá, anímale, porque el la hará heredar a Israel. Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del mar rojo.”
Hermana querida, hoy Dios quiere abrir su mente para que entiendas que puedes pasar su desierto en victoria; ¿Cómo es esto?, que contradicción.
Según la mente humana le puedo asegurar que usted no podría pasar el desierto en victoria pues sabemos que el desierto simboliza hambre, sed, miseria, dolor, aflicción y fracaso.
Entonces ¿Cuál es su respuesta? Mi respuesta es “Si”, querida hermana “Si”, puedes pasar tu desierto en victoria, si tienes la palabra de Dios y sus promesas insertadas en tu mente y en tu corazón, porque el manantial de poder fluye de tu propia vida. La victoria comienza en ti, en tu ser interior, alma y espíritu, de ello depende tu victoria cuando todo tu ser se alinea en el propósito de Dios para tu vida.
Ahora vemos la palabra de Dios y hablaremos al respecto:
Josué comenzó su victoria en el desierto al lado de su líder Moisés, Dios habló a Moisés que tomara la tierra prometida, tierra buena, que fluía leche y miel, Moisés envió a inspeccionar la tierra a doce espías y le dieran aviso conforme vieran la tierra.
El informe de diez de los espías eran catastróficos y negativos que hicieron amedrentar al pueblo levantándose en rebeldía contra Moisés y contra Dios. Los hombres con espíritu negativo de incredulidad hicieron vagar 40 años a todo un pueblo por el desierto, mientras que el Espíritu de estos dos hombres, Caleb y Josué eran totalmente contrario a los diez espías restantes.
¿Usted que cree?, cómo sería la mente de estos dos hombres, y donde habían ellos puesto su corazón, eran hombres con una mente carnal de derrota y de desierto, o ellos poseían una mente victoriosa; indefectiblemente ellos eran poseedores de una mente visionaria de conquista y de victoria.
En el mismo momento que ellos llevaron el informe positivo a Moisés comenzó la victoria de Josué; al comenzar a vagar por el desierto Josué miraba la tierra prometida como poseyéndola por la fe, no mirando las circunstancia ni la rebeldía de todo un pueblo, sino que el miraba la victoria perdida por Moisés al no tomar la tierra de bendición que Dios ya se la había entregado en sus manos.
Josué puso los ojos en esa tierra, puso el corazón en esa conquista, vivió todo el tiempo en el desierto disfrutando de esa victoria prometida que le esperaba; ¡¡Gloria a Dios!! por la convicción que Josué tenía, mientras que todo un pueblo murmuraba y se quejaba contra Dios.
Veían la Gloria de Dios, sus señales y maravillas, y aún así lo tentaron, jurando Dios en su enojo que no entrarían en la tierra prometida. En cambio, por cuanto en estos dos hombres hubo otro espíritu y decidieron ir en pos del Señor, obedecerle y creer en sus promesas, Dios les prometió a ellos y a su descendencia entregarle la tierra prometida.
En estos dos grupos de espías operaban dos clases de espíritu; de desierto y de victoria.
Espíritu de desierto
Son hombres sin visión, sin metas, sin compromiso, hombres duros de cerviz, murmuradores, incrédulos, negativos, fluctuantes rebelde, que no crecen ni dejan crecer, son hombres carnales que su propósito no es Dios, sino ellos mismos, sus pasiones y deseos. Salmo 68:6-b “Mas los rebeldes habitan en tierra seca.”
Espíritu de victoria
Estos hombres son poseedores de una gran fe, que tienen visión, que se ponen metas y cumplen propósitos que actúan con pasión y sueñan con cosas grandes para Dios y para su Gloria.
Estas son las mujeres que Dios está preparando para una nueva generación donde manifestar todo su poder y preparar una iglesia Gloriosa, con verdaderos siervos de Dios, hombres y mujeres que un día decidieron entregarse totalmente en las manos de Dios y consagrarse para El y su obra.
Amada hermana, en este Espíritu debes comenzar a moverte y proyectarte, el Espíritu de Dios que opera en ti es el que debe dominar toda circunstancia y te llevará a la victoria.
2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios Espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de dominio propio.“
Que importante es lo que Josué, siervo de Moisés, aprendió en el desierto, en medio de un pueblo rebelde e incrédulo aprendió a vivir bajo obediencia a Dios y a su líder, creyendo las promesas de Dios y soñando con la tierra prometida.
No es fácil pasar 40 años en el desierto y no claudicar en su fe, en la esperanza y en la victoria ya prometida aún antes de comenzar a vagar por ese desierto.
El espíritu que operaba en Josué es el Espíritu que toda sierva de Dios necesita para llevar al pueblo a la victoria y hacerles heredar la tierra prometida, tierra buena en gran manera que fluye leche y miel, tierra de bendición que Dios les ha entregado a todos los que le aman, le creen, le obedecen y le sirven.
Las mujeres que Dios esta preparando son mujeres conquistadoras, victoriosas, valientes, intrépidas, con una gran fe en Dios para creer en todas sus promesas y cumplir el propósito para lo cual el nos ha llamado.
Ahora si podemos entender muy bien a Josué, como él pudo pasar el desierto en victoria con el espíritu conquistador y victorioso, porque él no tenía su confianza en sus propias fuerzas, ni en su poder, sus estrategias, en su inteligencia ni en sus propios métodos.
Josué tenía puesta totalmente su fe y su confianza en Dios, en su glorioso poder y en las promesas que Dios le había entregado las cuales ardían en su corazón y le fortalecían en medio del desierto para llegar a la victoria prometida.
Efesios 6:10 “Por lo demás, hermanos míos fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.”
Hermana amada; Dios nunca cancela sus promesas, solo tu las puedes cancelar, aprópiate de ellas y avanza en el desierto con un espíritu conquistador y de victoria; conforme a la decisión que tomes en Dios y para Dios, así proyectaras tu vida y vivirás conforme a ella.
Amada cual crees que es el desierto que estás pasando: enfermedad, soledad, hambre, escasez, tentación, amargura, tristezas etc.
¿Cuantas aflicciones además de estas puedes estar pasando? Pero recuerda que Dios tiene la solución para todos tus problemas, solo debes creerle y descansar en sus promesas.
Dios te hará pasar el desierto en victoria, Él abrirá camino en el desierto, y de ti fluirán ríos de aguas vivas, Dios te hará pasar el desierto en victoria.
Salmo 84:5 “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas. En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lagrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder: verán a Dios en Sión.“
Amada hermana que las riquezas Espirituales del Padre estén siendo derramadas sobre tu vida.
© Elena Torres. Todos los derechos reservados.