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El corazón, fuente de vida

Mensajes Cristianos

Introducción

Hoy quiero hablar de la vida de Dios en la mujer; específicamente de su corazón, fuente de vida, saturado del Espíritu Santo y que llevará a la mujer a vivir bajo la permanente bendición de Dios.

Deuteronomio 30:6Y circuncidará Jehová tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, a fin de que vivas”.

Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen y a su semejanza para que sea un conquistador y dominara a todas la criaturas de la tierra, pero absurdamente el hombre no ha podido dominarse a si mismo, es por eso que está bajo el cuidado y el amparo del único Dios, santo y verdadero.

El Espíritu mismo de Dios es quién debe guardar la vida, y la vida está en el corazón del hombre; hay vida cuando el Espíritu de Dios gobierna los corazones. Proverbios 4:23Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”.

Muchas son las equivocaciones que se producen en la vida de la mujer cuando su corazón no ha sido saturado por el Espíritu Santo, no dejando que Dios gobierne y guié su vida para vivir bajo su bendición.

Hay mujeres que han tomado el camino equivocado a causa de los malos sentimientos de su corazón, llevan una vida pecaminosa y de fracasos por no tener un corazón lleno de Dios. Vemos tantas jovencitas que han llegado al matrimonio fuera de la voluntad de Dios, y luego han sufrido las consecuencias dolorosas de estas equivocaciones, llegando hasta la disolución de sus matrimonios.

Cuánta destrucción se ha producido en las familias, en negocios, en trabajos, aún grandes caídas en ministerios y siervos, por no tomar las decisiones correctas y por tener un corazón fluctuante, que no ha sido saturado del Espíritu Santo de Dios (Salmo 51:10).

Lo mas importante, lo que toda mujer debe tener, es el corazón lleno del conocimiento de la palabra de Dios, impregnado del Espíritu Santo. Solo así el corazón podrá gobernar y guiar a sus hijas en el transitar diario de la vida, cuando el Espíritu Santo gobierna el corazón de la mujer, su vida será de éxito y llena de bendiciones (Gálatas 4:6). La fuente de vida está en el corazón de la mujer, y tiene vida cuando el Espíritu de Dios lo gobierna, guiándole en su perfecta voluntad (Proverbios 20:27).

Con un corazón puro, limpio, integro, entregado y consagrado a Dios, difícilmente el diablo podrá dañar esa vida y menos aún llevarla al pecado; el cuidado del corazón por parte de Dios es permanente, pero no solo depende de Dios sino también del cuidado personal que cada mujer le dé a su corazón, porque de él mana la vida (Mateo 5:8).

El enemigo tiene una sola meta, ésta es destruir a los hijos de Dios, matar la fe en los creyentes y apartarlos al mundo poniendo en peligro su salvación; cada mujer tiene la responsabilidad de cuidar su vida para Cristo y vivir en la santidad de su palabra, es allí que la mujer debe batallar en su mente a través de la Palabra de Dios (Isaías 26:3) y batallar en su corazón a través de sus sentimientos para no errar en el camino que Dios le ha trazado (Salmo 37:31).

Cuando el Espíritu Santo gobierna el corazón de la mujer, es Dios mismo quien dirige sus pensamientos (Proverbios 16:3). Es Dios mismo dirigiendo sus sentimientos para que la mujer de Dios no se equivoque en sus decisiones (Filipenses 2:3) y Dios mismo le guía para hacer su perfecta voluntad, todo lo que la mujer se proponga hacer en la perfecta voluntad de Dios será de bendición (Romanos 12:2).

Si bien es cierto que tenemos libre albedrío, también es cierto que cualquier Hija de Dios que se somete voluntariamente y en obediencia a Dios, Él guardará su vida y será prosperada en todos sus caminos; la palabra de Dios nos dice que tenemos la mente de Cristo y si tenemos la mente de Cristo todo nuestro ser también debe ser sometido y sujeto a Él (1 Corintios 2:16).

Para que el corazón de la mujer sea una fuente de vida debe estar lleno de Dios, debe someterse a su voluntad, negándose a si misma, a sus deseos, a sus pensamientos, a sus sentimientos y a su propia voluntad, dejando que el Señorío de Cristo guíe su vida y gobierne su corazón.

Mujer, tu corazón debe estar afirmado solo en Dios y su palabra, ámalo con todo tu corazón y con todas tus fuerzas y con toda tu alma; El guardará todos tus caminos y no dejará que el enemigo se enseñoree de tu vida. Dios mismo será tu amparo y tu fortaleza, nadie podrá hacerte daño, te guardará como la niña de sus ojos y te mostrará su salvación.

Que la bendición del Altísimo esté sobre vuestras vidas.

© Elena Torres. Todos los derechos reservados.

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