Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos… Texto Biblico: 2° Corintios 6:1-2 “Así nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en el día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el tiempo de la salvación..”
Introducción
Vamos hablar hoy de lo que es la salvación para tu vida. La salvación no solamente es el perdón de los pecados, no solamente es la sangre de Cristo derramada en la cruz, la salvación no solamente es ganar el cielo y perder el infierno, la salvación es todo esto y mucho más, la salvación lo envuelve todo y lo es todo en los hijos de Dios.
¿Pero cómo toman la salvación cada uno de sus hijos?. Es personal; algunos la toman con mucha responsabilidad, y otros toman la salvación con tanta liviandad que a veces juegan con ella y no la saben cuidar con temblor y temor a esta salvación tan gloriosa y tan maravillosa que nuestro amado Señor nos ha entregado, pagando el precio con su propia vida.
Un acto jurídico
La salvación es un acto jurídico sin precedentes que nos absuelve de todo pecado, es la “Absolución Divina”, Cristo pagó un precio sumamente alto por la salvación sin tener en cuenta nuestra condición, sin considerar nuestros méritos o deméritos; Cristo nos “Justificó” a través de la salvación, todos, ¡todos! nuestros pecados fueron perdonados, en Cristo mismo se cumplió nuestra sentencia de muerte.
La salvación nos “Regeneró” dándonos vida nueva, no reparando nuestras vidas, sino haciéndola nacer nueva en Cristo Jesús.
La salvación nos “Santificó” para ser aceptos delante del Padre, para dejar de ser lo que somos y poder ser lo que seremos; es aquí y ahora el ser santos, es ser aquí y ahora igual a Cristo, es aquí y ahora el tiempo aceptable; he aquí el día de la salvación.
Hoy quiero hablarte a ti querida hermana, que todavía no sabes lo que abarca y significa la salvación para tu vida, que has descuidado una salvación tan grande, que todavía no has podido valorar la salvación como el regalo más precioso de parte de Dios; quiero hablarte a ti que todavía juegas con la salvación tan preciada por muchos y estás en la cuerda floja al borde de perder esa salvación tan maravillosa por ti no valorada (Filipenses 2:12).
Hoy es el día de la salvación para tu vida
No pierdas esta nueva oportunidad que Jesucristo te da; quizás hayas caído en pecado, quizás el enemigo te haya tentado con diferentes situaciones o circunstancias que tu no supiste enfrentar con el temor a Dios, a su palabra y con la autoridad en el nombre de Jesús de echarlo fuera de tu vida.
Fuiste seducida por sus engaños y astucias cayendo en un pozo muy profundo, haciéndote creer el enemigo que ya no vas a salir de ese lodo, que no mereces el perdón de Dios, con cuántas mentiras más habrá llenado el engañador tu mente; te quiero decir hermana que Dios te ama y su misericordia se renueva cada día en tu vida, que aunque careyes Dios te levantará si te vuelves a El en arrepentimiento verdadero, Él te perdonará y te librará de todo mal.
Derrama tu corazón
Dios necesita que derrames tu corazón delante de su presencia, que reconozcas tus pecados y te apartes de ellos, el Señor es fiel y justo para perdonar tus pecados (1° Juan 1:9); pero si no aceptas la exhortación del Padre, que como a una hija que ama, corrige, y sigues jugando con la salvación que El te ha entregado, mañana no sabrás dónde estarás y que será de tu vida; hoy es el día, como dice la Palabra, es aquí el tiempo aceptable y ahora aquí, el día de tu salvación, no la dejes perder, arrepiéntete y vuélvete al Señor que es el dador de la vida.
Querida hermana, el enemigo un día comenzó a señorearse sobre tu vida y te ha hecho caer en lo más bajo y profundo, ni aún tu en estás condiciones te perdonas ni te valorizas, ni tu crees que Dios lo pueda hacer, todas estas mentiras te ha hecho creer el enemigo.
Cristo te dice hoy
Vuélvete a mí, yo te amo, nunca dejé ni dejaré de amarte, pagué el precio más alto por ti, por el perdón de todos tus pecados, mi sacrificio permanece cada día sobre tu vida, confía en mi, YO he vencido al maligno, YO he vencido al mundo; en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16:33).
Obteniendo tan maravillosas promesas por parte de nuestro Señor, como no correr a sus brazos, como no valorar su amado y precioso sacrificio, como no dejar el pecado y volverse a su justicia y a su amor eterno e incondicional; ese es nuestro Dios, que nos ha dado una salvación tan grande, tan maravillosa que debemos cuidar con temor y temblor, cuida esa salvación porque a ti te la ha entregado.
“Si tu dispusieres tu corazón, y extendieres a Él tus manos; si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consistieres que more en tu casa la injusticia. Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte y nada temerás; y olvidarás tu miseria, o te acordarás de ellas como aguas que pasaron. La vida te será más corta que el mediodía, aunque oscureciere será como la mañana. Tendrás confianza, porque hay esperanza; miraras a tu alrededor, y dormirás seguro” (Job 11:13-18).
© Elena Torres. Todos los derechos reservados.
