Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos.. Lectura Biblica: Efesios 6:16 “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”
Tal como Pablo lo menciona en Efesios 6:16, el escudo de la fe es propicio para detener y apagar los dardos de fuego del maligno. Se refiere a los ataques espirituales que experimentamos cada día y que, si no salimos de casa con el escudo puesto de la fe, cualquier ataque podría hacernos dudar de nuestra fe en Dios y pecar contra El que vive en nuestro corazón.
Pedir a Dios que fortalezca nuestra fe a través de la oración cada mañana, nos permitirá salir a la batalla como el plan que Él tiene en nuestra vida. Dios nos llevará sobre las aguas como a Pedro y no temeremos, porque llevamos el escudo de la fe, no dudaremos ni retrocederemos.
El escudo de la Fe es lo que más expuesto está en toda batalla, en cada guerra espiritual que ataca al creyente. Al llamarse un soldado de Cristo, es porque saldremos a pelear contra espíritus malignos y ataques de satanás. El soldado que no sufre ningún ataque y todo es felicidad en su vida, es que no se ha expuesto a lo que todo soldado que Sirve a Jesucristo se ha enfrentado cuando sale a dar testimonio del Unigénito Hijo de Dios.
El creyente tendrá que defender su Fe que le fue dada cuando Dios le rescató del pecado y la muerte eterna. Nadie podrá quitarnos nuestra Fe en Jesucristo, ni nada podrá hacernos cambiar de pensar porque tenemos el escudo de la Fe que nos fue dado por Cristo, antes seamos firmes en el nombre de Jehová de los Ejércitos (Salmos 18:2).
En las Escrituras leemos en Habacuc 2:4 que el justo por su fe vivirá. El escudo de la fe del creyente mantiene firmes sus pasos en caminos escabrosos porque su fe lo protege y el Espíritu de Dios le da poder para cumplir con el propósito para el cual fue llamado.
La Fe protege la armadura de Dios, toda la armadura del soldado puede protegerse detrás del escudo, la Fe en Cristo nos salva (Mateo 9:22). A Dios no le agrada que dudemos (Mateo 14:31) porque entonces le hacemos a Él mentiroso. ¡Nunca dudemos de la Fe! (Hechos 14:22).
Recordemos que el justo por la Fe vivirá (Romanos 1:17), por lo tanto, confiemos en plenitud que el escudo de nuestra armadura nos librará de todo pecado y ataque maligno.
El escudo de la Fe no puede quedarse en casa, ya que el creyente será justificado por la Fe (Romanos 3:28). Dejemos atrás nuestras emociones, deseos, toda nuestra naturaleza carnal y tengamos bien establecido que nuestra fe nos será contada por justicia y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios (Romanos 5:2).
Las Escrituras nos enseña que el escudo de la Fe se refuerza diariamente con la lectura de la Palabra de Dios (Romanos 10:17), si no nos alimentamos a diario de la fuente de vida que está en la Biblia, saldremos al mundo débiles en la Fe, no tendremos fuerza para cargar el escudo ni la armadura completa. Seremos presas del león rugiente que está buscando a quien devorar
El creyente que busca diariamente escuchar la voz de Dios siempre saldrá preparado para hacer frente a la batalla espiritual y regresará victorioso dando gloria a Dios y acción de gracias.
Será cuando experimentemos del poder de Dios y para quién estamos trabajando como soldados de Cristo (1 Corintios 2:5). Sólo así Dios podrá hacer realidad su propósito en la vida del creyente, cuando se obedece al Capitán, a Jehová de los Ejércitos (Ezequiel 24:24).
© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.
