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El Espíritu de Dios en el creyente

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Mensajes Cristianos.. Lectura Biblica: Efesios 1:13 “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa

El Espíritu de Dios obra en la vida del creyente que acepta a Cristo como su Señor y Salvador. 

La Palabra de Dios nos enseña que cuando una persona se convierte a Cristo, en el momento que invita a Jesús entrar a su corazón (Apocalipsis 3:20), la persona es llena del Espíritu Santo (Gálatas 2:20), es decir que a partir del instante que estamos en Cristo, somos nuevas criaturas y todas las cosas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17), porque al invitar a Cristo a reinar en nuestro corazón, el Espíritu de Dios es el que ahora ejecuta el plan de Dios.

Es también importante saber y estar conscientes de nuestros actos y decisiones como creyentes. Al tomar malas decisiones y desobedecer, estamos contristando al Espíritu de Dios (Efesios 4:30) quien ahora mora en nosotros.  Recordemos que no estamos solos, sino que es el Espíritu de Dios y que debemos vivir conforme a sus preceptos ya que somos instrumentos para dar testimonio del Hijo de Dios, Jesucristo.

Para conocer al Espíritu Santo, tenemos que estar conscientes de quién es Él, su propósito en la vida del creyente y el testimonio que damos de Él. ¿Les ha sucedido que personas sin conocer les digan que transmiten mucha paz y algo que no pueden explicar?  Bueno, pues no es el ser humano, sino el Espíritu de Dios que mora en la persona.

¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo fue enviado al mundo como Consolador para los creyentes después que Jesús murió y resucitó al tercer día (Juan 14:16-17).

  • El Espíritu de Dios convence al mundo de pecado (Juan 16:8)
  • El Espíritu de Dios nos enseña (Juan 14:26)
  • El Espíritu de Dios nos guía (Gálatas 5:18)
  • El Espíritu de Dios intercede por nosotros (Romanos 8:26)
  • El Espíritu de Dios habla por nosotros (Lucas 12:12)
  • El Espíritu de Dios escoge al creyente para la obra (Hechos 13:2)

Una vez que conocemos más del Espíritu de Dios, es importante saber que Él también es una persona y que cuando decimos que caminó con Dios y que acompaña al creyente, es porque nunca estamos solos y que también Él se afecta por el pecado que cometemos y cuando desobedecemos.

Cada vez que el cristiano siente que no está bien lo que hace, ve o escucha, es porque sus convicciones están firmes en el Señor y el Espíritu Santo lo redarguye de pecado, instando al creyente alejarse inmediatamente de dicha situación.

Ese es un acto de dar testimonio en nuestra vida diaria de hacer saber a las personas que no conocen a Cristo, quién vive en nosotros. Aunque recibamos ataques y burlas por no complacernos con lo que ofrece el mundo, no olvidemos que traemos la armadura de Cristo y como soldados de Jesús debemos proteger nuestra relación con Dios.

El cristiano entendido, es quien toma la decisión de obedecer a Dios y quedar bien con Él, no con el mundo.  Solamente un cristiano maduro en el Señor puede tener la fortaleza de ser honesto y decidido con sus acciones, ya que no dejará que el maligno comprometa el testimonio de Cristo que han visto a través de su vida (Mateo 16:23), y tampoco querrá ser piedra de tropiezo en las personas que se les está sembrando de la Palabra de Dios, para que puedan dar fruto y vengan a los pies de Cristo.  Un bebé espiritual, nunca pensará en las consecuencias de sus actos ni del mal testimonio que está dando.

Caminemos con Dios, permitiendo que el Espíritu Santo sea el que haga la obra en nuestra vida para dar testimonio de Jesucristo y así cumplir con el plan eterno y con los propósitos de Dios para su honra y gloria.

© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.

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1 comentario en «El Espíritu de Dios en el creyente»

  1. Muchas veces he fallado a Dios pero ahora soy conciente de que tengo que mejorar cada día mas y mas mi relación con el espíritu Santo porque cuando hablo o hago algo siento que no estuvo bien es el espíritu Santo que me corrige y la honra y la gloria sea para Dios

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