Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Confianza en Dios
Mensaje Cristiano Lectura Bíblica: Salmos 18:2 “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.”
Introducción
Cuando en nuestra vida comenzamos a escuchar de Dios y aunque no lo conocíamos del todo, el Espíritu de Dios nos iba preparando poco a poco, la semilla se iba sembrando en nuestro corazón hasta que da fruto (Romanos 10:9). Si conocimos a Dios en la infancia o en la adultez, de una manera maravillosa creemos y confiamos en lo que Cristo hará en nuestra vida y lo aceptamos a entrar en nuestro corazón.
Confianza en Dios
Confiamos que Él será el único que podrá perdonar nuestros pecados y librarnos de toda maldad (1 Juan 1:9) y que puede transformar nuestras vidas trayendo el gozo que tanto necesitamos en un mundo frívolo y vacío. Aún sin conocerlo, confiamos que sólo a través de su Hijo Jesucristo, tenemos la salvación por gracia y vida eterna (Juan 3:16).
Una vez que Dios entra en nuestra vida, empieza el deseo profundo de querer conocer más y más de Dios, leemos la Biblia comenzando por el evangelio de Juan para conocer quién es Dios y aprendemos a que orar es hablar con Dios, por lo que comienza nuestra comunión con Él diario y nos maravillamos al darnos cuenta de que sin Él estábamos perdidos y muertos en pecado sin salvación (Efesios 2:1).
El temor que antes sentíamos y falta de seguridad, ahora en Cristo tenemos la Fe que en Dios hay paz y nos da la seguridad de vivir confiados (Salmos 4:8).
En ocasiones pasamos por momentos dolorosos y de tristeza, pero la inmensa grandeza de nuestro Padre celestial nos hace estar tranquilos y confiados mientras hay lloro y lamentación en el mundo. Es algo que está fuera de nuestro entendimiento, pero así sucede cuando dejamos que el Espíritu de Dios controle nuestra vida, emociones, sentimientos y temperamento (Isaías 51:11).
¿Cuál es tu anhelo o deseo en esta vida?
Mi anhelo es tener el corazón de un creyente deseoso de conocer más y más de Cristo, hambriento y sediento de leer la Palabra de Dios, experimentar que Dios me sorprenda con su poder, misericordia y su gracia, mi deseo es alabarlo y darle siempre la honra y la gloria al Dios de mi salvación que me dará vida eterna junto a Él (Lamentaciones 3:24).
Dios nos invita a que confiemos en Él y que veamos manifestada su gloria y poder en nosotros. Mientras más conocemos a Dios y nos ejercitamos en la oración, más experimentamos el caminar con Él como lo hizo Enoc, Noé y muchas personas más que decidieron entregar su vida a Cristo (Mateo 11:28).
Eso es lo maravilloso de tener una relación con Dios, que comenzamos a conocerlo de tal forma que ahora sabemos cómo piensa y cómo actúa y cuándo actúa. Aprendemos a comprobar cuál es la voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos 12:2).
Si llegamos a pasar por momentos difíciles o sucesos en los que hemos perdido un trabajo, un ser querido, algún accidente o dificultad en nuestra vida, recordemos que, aunque no entendamos en ese momento lo que sucede y porqué sucede, preguntémonos para qué Dios está permitiendo esto en mi vida (Romanos 8:28).
Conclusión
Acordémonos de Pedro caminando sobre las aguas tormentosas y fijemos nuestra vista en lo que Dios nos dice en su Palabra. El Salmo 23 es un hermoso salmo que todo creyente debe memorizar y guardar en su corazón.
Descansemos en las promesas de Dios, confiemos en Él y reconozcamos que Él es justo y fiel para los que lo amamos y obedecemos. Llegará el día en que Dios abrirá nuevos caminos y entenderemos que Él nos perfecciona a través de circunstancias (Filipenses 1:6) y prueba si nuestra fe y esperanza está firme en la Roca durante momentos difíciles (Deuteronomio 32:4).
© Francisco Hernández. Todos los derechos reservados.