Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos… Estudios Biblicos: 2 Reyes 7:1-9
Texto clave: Entonces se dijeron unos a otros: —Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, y no las estamos dando a conocer. Si esperamos hasta que amanezca, resultaremos culpables. Vayamos ahora mismo al palacio, y demos aviso. Vers. 9 (NVI)
1. Alterar el equilibrio
Raúl estaba con muchos dolores de riñón por los efectos de una gran infección renal que las piedras le estaban ocasionando, muchos le preguntaban que le pasaba, porque se veía decaído de humor y de ánimo, unos le decían un día de estos te voy a llevar un brebaje que me ayudo a expulsar las piedras, es muy efectiva, pero ese día nunca llegó.
Pasaron los días y Raúl empeoraba con su dolor, buscando sanar ese dolor visitó a diferentes médicos, y ya lo habían preparado para una cirugía costosa, hasta que llegó un buen hombre, que no le dijo que existe un brebaje eficaz para ello, sino que se lo trajo preparado y le compartió la receta, bebida que Raúl bebió con disciplina; como lo habían instruido por este buen hombre. Y sabe, Raúl, sanó.
2. Analizar las opciones
¿Por qué entre las diferentes personas que escucharon, y vieron el dolor de Raúl, sólo una se atrevió a compartirle el brebaje y receta de su salud?
De similar modo esta anécdota ilustra en gran medida la actitud de la gran mayoría de creyentes que han disfrutado de la salvación en Cristo, ya que día a día dicen a través de los cantos, himnos y oraciones de renovación de compromiso; que van a compartir la buena nueva con los otros, pero hasta ahora permanecen en silencio, indiferentes viendo y oyendo como los perdidos en sus maldades sufren y mueren.
¿Por qué sabiendo del dolor y miseria del semejante poco la iglesia se atreve a compartir la buena nueva de la salud que en Cristo disfruta?
¿Qué necesita hacer la iglesia para atreverse a dar con urgencia la buena nueva a este mundo que sufre en su miserable pecado?
- Revelar la clave para la solución
Nuestro pasaje de hoy, nos relata los hechos de cuatros leprosos que se estaban muriendo de hambre, porque estaban en estado de sitio por el rey de Asiria. Según el escritor del segundo libro de Reyes nos dice, que ellos y todo el pueblo sólo tenían dos opciones, o quedarse encerrados detrás de aquellos muros que representaban temporal seguridad pues pronto morían de hambre o rendirse y esperar hallar gracia ante sus enemigos y ser alimentados o ser liquidados por estos.
<<Ese día, cuatro hombres que padecían de lepra se hallaban a la entrada de la ciudad.
–¿Qué ganamos con quedarnos aquí sentados, esperando la muerte? —se dijeron unos a otros—. No ganamos nada con entrar en la ciudad. Allí nos moriremos de hambre con todos los demás, pero si nos quedamos aquí, nos sucederá lo mismo. Vayamos, pues, al campamento de los sirios, para rendirnos. Si nos perdonan la vida, viviremos; y si nos matan, de todos modos moriremos. >> Verss. 3-4 (NVI)
Así que, decididos se encaminaron en común acuerdo hacia el campamento del enemigo Asirio. Pero, Jehová había intervenido en favor de ellos, en cumplimiento de su promesa dicha por el profeta Eliseo. Eliseo contestó: —Oigan la palabra del SEÑOR, que dice así: “Mañana a estas horas, a la entrada de Samaria, podrá comprarse una medida[a] de flor de harina con una sola moneda de plata, y hasta una doble medida de cebada por el mismo precio.” Verss. 1-2 (NVI)
Al anochecer se pusieron en camino, pero cuando llegaron a las afueras del campamento sirio, ¡ya no había nadie allí! Verss. 6-7 (NVI)
3. Experimentar el evangelio