No calles más

Estos cuatro leprosos disfrutaron de la promesa de alimento que Dios había anunciado por medio de su mensajero de las buenas nuevas, Elías.

Sin pensar la grandiosa gracia que Dios con su infinita misericordia les había preparado, ellos disfrutaron.

Al llegar al campamento del enemigo, quizás con miedo y creyendo que era su fin, se encontraron con la grata bendición de mucha comida y bienes materiales como ropa, oro y otras joyas.

Los leprosos comieron hasta saciarse y recobraron fuerzas y escondieron las cosas de valor que habían encontrado, según nos relatan en los versículos 8 y 9. Hasta ahora se estaban comportando egoístas, indiferentes, se habían olvidado de sus semejantes y hermanos que sufrían de hambre y estaban muriéndose detrás de los muros.

De pronto,  los leprosos se detuvieron en seco y,  reflexionaron, diciendo. ¡Oigan! No está bien nuestra conducta, no está bien nuestra forma de actuar. “Hoy es un día de buenas noticias y nosotros guardamos silencio”  Vers. 9

4. Anticipar las consecuencias

Sin lugar a dudas tristemente, son contados los creyentes decididos a compartir la buena noticia de salvación, pese de ser consciente de la gran miseria humana que sufre el hombre.

Hoy muchos se pierden sin rumbo viven, vagan sin dirección, hay una gran necesidad y pocos obreros al campo van, dice el canta autor Marcos Witt.

¿Qué crees que hubiera sucedido si los leprosos saciados hubieran permanecido en su egoísmo de no compartir la buena noticia con sus hambrientos semejantes? Se hubieran seguido peleando y comiéndose entre ellos, hasta morir, bien por la peste y los microbios de la contaminación social o matarse entre ellos por la desesperación. 2 Reyes 6: 24-30

¿Qué crees si aquel buen hombre de la anécdota de la vida de Raúl no hubiera compartido el brebaje y su receta? Seguramente,  Raúl hubiera sufrido el costoso y doloroso proceso de operación programado.

Hace unos días, me encontré con Raúl, y alegremente  me compartió la receta para mi hijo que sufre de piedras en los riñones. Él, no guardo egoístamente la receta que le dio salud.

Y usted ¿guarda o comparte la buena nueva de salvación que en Cristo? No olvide, “Hoy, es día de buenas noticias y, no fuimos llamados a guardar silencio” No callemos más esta gloria noticia de salvación.

© Saúl Reyes B. Poot. Todos los derechos reservados.

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