Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Lectura Biblica: Tito 2:1-2 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia”
INTRODUCCIÓN
El apóstol Pablo se dirige a Tito, de la comunidad de Creta, para exhortarlo respecto del comportamiento de los creyentes. Mediante breves oraciones, palabras concisas, dice muchas cosas. Es por esto que debemos meditar continuamente la Palabra, para desentrañar todo lo que contiene como enseñanza para nuestra vida.
Si fuéramos fieles oyentes de lo que nos dice la Sagrada Escritura, no tendríamos dudas respecto de cómo actuar en las distintas situaciones en las que nos encontramos. En ella está la fuente que nos indica cómo llegar a la vida eterna, siendo verdaderos hijos de Dios en la tierra.
“Tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”.
Es decir, no te apartes de la verdadera fe. Si hablas, que sea para edificación de los demás, hablando de las cosas de Dios. Pero también puede ser que hablando de las cosas de Dios, estemos hablando erróneamente. Debemos interpretar con fe la Palabra, orando mucho con ella y pidiendo la iluminación del Espíritu Santo, para poder comprender su significado sin deformarla.
“Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes…”.
Estas cosas que nos aconseja el apóstol son muy necesarias en estos tiempos. No sólo para los ancianos, sino para todos. Pero especialmente a ellos se dirige en este momento.
Ser sobrios implica no excederse en el uso de las cosas materiales. Ya sea comida, bebida, o también la posesión de bienes y el uso del dinero. No deben dominarnos ellas a nosotros, sino al revés. Si usamos las cosas con sobriedad, seremos libres y no esclavos de nuestras pasiones.
Ser serios no implica no ser alegres. Es distinta la seriedad a la amargura. Ser serios es no tomarse la vida a la ligera, sino sabiendo que aquí es la batalla que nos permite conquistar la vida eterna. Se juega la eternidad en esta existencia terrenal, por eso es algo serio el vivir. Sin embargo, no está reñido ser serio con ser alegre.
La prudencia cristiana (Tito 2:3-6)
Respecto de la prudencia, que exhorta practiquen los ancianos, también lo menciona para todo el resto de los cristianos. A las ancianas les dice que deben enseñarla a las jóvenes. Si deben enseñarla es porque deben poseerla, es algo necesario. Y también a los jóvenes les indica que sean prudentes.
Ahora bien, ¿qué es la prudencia? Es la virtud que nos permite distinguir lo que está bien de lo que está mal y actuar en consecuencia. Por lo tanto es muy necesaria para actuar cristianamente en la vida. Es por esto que debemos practicarla en todas las edades.
Generalmente (porque no es una regla que así sea) la edad conlleva más prudencia en el hombre, en su actuar. Por eso Pablo pide a los ancianos que le enseñen a los jóvenes a serlo. No es algo fácil, porque muchas veces se aprende por experiencia propia más que por teoría.
¡De cuántos males nos libraríamos si meditásemos un poco sobre las consecuencias antes de actuar! Y si pidiéramos la luz al Espíritu Santo para tomar una decisión o elegir las palabras adecuadas, Él nos la daría en abundancia, si lo pedimos con fe.
Debemos ser ejemplo de conducta
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” (Tito 2:7-8)
Estas palabras que Pablo dirige a Tito, están dirigidas a todos nosotros. No importa que no estemos al frente de una asamblea. Siempre estamos frente a los que no creen. Delante de ellos debemos tener este comportamiento, para no ser ocasión de escándalo.
Hay dos aspectos que se mencionan. Las obras, las buenas obras, en las que debemos ser ejemplares. Cuando haya un necesitado, cuando veamos que un hermano sufre, debemos ser los primeros en auxiliarlo.
El otro aspecto son las palabras. Deben ser sanas, e irreprochables. Con ellas debemos mostrar seriedad e integridad en la enseñanza. Así no podrán decir que no abrazan la fe porque no ven coherencia en los cristianos que la predican.
Conclusión
Los cristianos debemos seguir los consejos de la Sagrada Escritura respecto de nuestro comportamiento. Porque no solamente son para nuestra salvación personal, sino que son testimonio vivo frente a los que no creen. Nuestra vida toda debe ser un apostolado, mostrando como el Espíritu es eficaz en nosotros.
© Elena Torres. Todos los derechos reservados.
