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Humillados ante Dios

Mensajes Cristianos

Predica de Hoy: Humillados ante Dios

Mensajes Cristianos Lectura Bíblica de Hoy: Hebreos 4:16

El hombre controlador

Una de las características de los seres humanos es que nos gusta tener las cosas bajo control. Usamos reloj y agenda pues nos gusta controlar, en cierta medida, el tiempo. Corremos de arriba para abajo buscando sobresalir y disfrazarnos de importancia.

Sin embargo, hoy por hoy el estrés es una enfermedad que aqueja a muchas personas. Vivimos en una época de consumismo desmedido, de estar ocupados todo el tiempo y de impedir que nuestro espíritu  se comunique con el creador.

¿Por qué nos estresamos y afanamos? Porque queremos solucionar todos los problemas, con nuestras fuerzas y por nuestros medios. 

Uno de los males más grandes que se observan en la sociedad actual es esto: el ser humano sufriendo al acabarse sus fuerzas intentando solucionar aquello que le preocupa y hasta entonces acude a Dios.

¿Y cuando se busca a Dios con todo el corazón qué es lo que encontramos? a un Dios amoroso que todo lo puede. Sí, Él puede dar solución hasta el problema más difícil que tengamos. 

La razón por la que el ser humano no se humilla delante de Dios es simplemente por orgullo, porque sobrestima sus capacidades e ignora que todas ellas son dadas por Dios. Pero no es a Dios a quien debemos resistir, sino al diablo, quien huirá si le resistimos en la fe.

Lo que Dios pide

No es necesario que las fuerzas se acaben y que se agoten nuestras opciones para buscar de Dios. Las escrituras indican que primero debemos buscar las cosas de Dios (Mateo 6:33), si esto hacemos todas las cosas que necesitemos serán cubiertas.

En 1 Pedro 5:7 se puede leer “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”. ¿Qué más podemos necesitar si Dios nos cuida? Absolutamente nada.

Así es que todos los afanes y preocupaciones lo único que debemos hacer es dejarlos en las manos de Dios y Él se encargará. No esperemos hasta el último momento y en nuestra desesperación busquemos a Dios, sino desde el principio entregarle a Él todo.

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