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Jesús calma la tempestad

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Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Jesús calma la tempestad

Mensaje Cristiano Texto Biblico: Y vinieron a Él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando Él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza. Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y decían unos a otros: ¿Quién es este, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?” (Lucas 8:24-25)

“Podemos juzgar un día como normal, pero de repente se puede levantar una tempestad. Así está el mundo actualmente, muchos planes, muchas ideas, pero una tempestad se levanta y lo cambia todo. No hace falta mucho, un viento fuerte, un diagnóstico del médico, un mal día en el mercado..” 

Un día cualquiera

Los discípulos pasaban todo el tiempo con Jesús. Ya conocían que era un hombre de Dios y que los milagros le seguían. Sabían que la palabra de Dios estaba con Él y que no se desviaba del mensaje. Jesús siempre fue un hombre íntegro y cumplía lo que predicaba.

Así transcurrían los días del Señor, yendo de un lugar a otro predicando el mensaje de Dios y obrando milagros en cada lugar que visitaba. Cierto día el Señor les pide que pasen al otro lado del lago. Debemos tomar en cuenta que algunos de los discípulos eran pescadores, hombres de mar. 

Nada puede salir mal, es un viaje de rutina que lo han hecho ya varias veces, algunos durante toda su vida. Entonces suben a la barca y se dirigen a cruzar el lago, para visitar más pueblos del otro lado. 

En nuestra vida, muchas veces tomamos todos los día como iguales. Estamos acostumbrados a una rutina y hasta nos parece repetitivo y aburrido realizar las mismas cosas siempre. En cierta manera hacer las mismas cosas es bueno, por ejemplo para obtener pericia en determinada labor. Pero no sabemos cuando un día cualquiera se convierta en un día extraordinario.

¿Cuáles son los ingredientes de un día extraordinario?

La realidad es que no se necesita que muchas cosas cambien, un día cualquiera puede convertirse en un día singular, que recordemos por siempre.

Puede ser que los mismos ingredientes de nuestro día actual están presentes en un día extraordinario, pero un pequeño cambio puede hacerlo diferente. A veces basta con simplemente cambiar de actitud al enfrentar el día para que deje de ser un día cualquiera y se convierta en extraordinario.

Para todos este viaje era tan rutinario y tranquilo que el Señor se durmió en la barca. Es decir estaba tranquilo y todos estaban descansando en este recorrido, pero de repente algo cambió y los discípulos no pudieron guardar más la tranquilidad.

Peligra nuestra vida

Dice la palabra que se levantó una tempestad de viento, se anegaban y peligraban. Los discípulos se asustaron, corrieron a despertar al Señor. No hay duda que esta tempestad hundiría la barca, las olas se levantaban y todos se mojaron. Por eso corrieron a despertar a Jesús, ellos sabían lo que estaba a punto de pasar. Recordemos que eran pescadores, no inexpertos en la navegación.

Así es nuestra vida, podemos juzgar un día como normal, pero de repente se puede levantar una tempestad. Así está el mundo actualmente, muchos planes, muchas ideas, pero una tempestad se levanta y lo cambia todo. No hace falta mucho, un viento fuerte, un diagnóstico del médico, un mal día en el mercado. Realmente es poco lo que se necesita para que el día vaya mal. 

Pero debemos comprender que nuestro cuerpo no es eterno y algún día dejará de existir. El detalle es que no sabemos cuando sucederá. Pero realmente eso no tiene importancia si tenemos a Cristo en nuestro corazón y hemos sido perdonados de nuestros pecados. Eso es lo que realmente importa y a lo que debemos prestar atención.

Nuestra alma está en peligro. Si hacemos lo malo recibiremos el castigo de nuestros pecados, pero si obedecemos a Dios recibiremos de Él la recompensa. Está en nosotros el decidir donde pasaremos la eternidad, si en vida o en muerte. Dios está dispuesto a salvarnos y ya Jesús proveyó para nuestra salvación, solo debemos creer en Él y recibirle en nuestro corazón.

Jesús nos salva

Los discípulos estaban seguros que parecerían, despertaron a Jesús y se prepararon para lo peor. Pero a partir de que el Señor despertara todo cambió. Jesús hizo la gran diferencia en esta navegación turbulenta, Jesús hizo el cambio necesario para que un día cualquiera se convirtiera en un día extraordinario.

Así es nuestra vida, solo necesitamos a Jesús para que un día común y corriente sea especial. Cuando venimos a los pies de Jesús por primera vez, muchas cosas pasan por nuestra mente, las dudas y el miedo nos inundan y no sabemos cómo será nacer de nuevo. Pronto nos damos cuenta que una decisión que consideramos a un inicio simple, que unas simples palabras y un corazón humillado necesita Dios para perdonarnos una vida de maldad.

De repente todo cambió en nuestra vida, tanto que vemos el mundo de manera distinta. Ahora vemos todo bajo la palabra de Dios. Jesús cambia nuestra vida totalmente, su palabra dice que la gente reconocía fácilmente a aquellos que andaban con Jesús, pues hablaban y caminaban diferente. Dios cambia nuestro ser para hacernos mejores personas cada día. Así cada día es una aventura de vivir de una manera que agrada a Dios. 

CONCLUSIÓN

Jesús despertó en medio del lago, con una gran tempestad y los discípulos asustados, pero Él lo que hace es reprender el viento y las olas y la tempestad cesó. Los discípulos se sorprendieron de que aún los vientos y las aguas le obedecen. Jesús es Dios y como Dios tiene todo el poder en sus manos. Dios es Todopoderoso y quiere ser nuestro Dios. 

Dios puede hacer que un día rutinario se convierta en un día extraordinario, solo dejemos que este en nuestra barca y acudamos a Él en medio de nuestra tormenta, Él sabrá qué hacer. Jesús puede reprender nuestra tormenta y hacer que estemos a salvo. Confiemos en Dios.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.

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