Inicio » Mensajes Cristianos » ¡Decídase a cambiar hoy con ayuda de Dios!

¡Decídase a cambiar hoy con ayuda de Dios!

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: ¡Decídase a cambiar hoy con ayuda de Dios!

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Romanos 12:2

Introducción

Rectificó la cuenta. Apunto cuidadosamente en una libreta que tenía junto al computador, pensó por unos instantes y finalmente volvió a activar, con sumas, la calculadora electrónica. Se quedó mirando la tirilla de papel impresa, y murmuró: “Nuevamente pasó inadvertido el desfalco”.

Desde hacia nueve años trabajaba como encargado de la bodega de una gran distribuidora de medicamentos. Diariamente movían millones de pesos. La demanda de los fármacos en la provincia era tal, que muchas veces enviaban remesas bajo la confianza de que él haría bien su trabajo.

La decisión de comenzar a sacar dinero entre despacho y despacho de remedios, la tomó el día que, yendo a pie hasta su casa, se topó con un hermoso automóvil rojo—como siempre lo había soñado. Imaginó cómo se sentiría paseando junto con su esposa y los hijos por las calles de la ciudad, un soleado atardecer. “Sería fantástico”, murmuró.

Desde entonces comenzó a sacar “de a poquito”. Peso a peso y como dicen en Latinoamérica que de “grano en grano llena la gallina el buche”, fue haciéndose del dinero para comprar el carro, luego un apartamento y, en menos de año y medio, aumentar el saldo de su cuenta bancaria. ¡Nadie descubría nada!

Sin embargo, le pesaba la conciencia. Era como alguien que se acercaba a su oído para decirle una y otra vez: “Mira lo que haces: robando a la empresa. ¿No te avergüenza fallarle a tus jefes?¿Qué dirán tu esposa y tus hijitas si se enteran?!Eres malo, muy malo!” Esos pensamientos lo perseguían como una sombra.

Desesperado, tomó la decisión de vender sus propiedades, reunir dinero, hacer un préstamo y completar la cantidad que había sustraído. Compartió con su esposa la gravedad del asunto, y finalmente se reunió con el gerente, para ponerlo al tanto. ¡Le pagó hasta el último peso y estaba preparado para una demanda penal!

“Valoro que haya dicho toda la verdad”, le dijo el directivo y, horas después, tras reunirse con los abogados, le anunció: “No lo demandaremos ante la justicia. Legalmente, saldrá sin un peso de prestaciones sociales. Espero que comience una nueva vida”.

No fue a la cárcel. Conseguir un nuevo empleo le costó esfuerzo. Lo consiguió. Como despachador de autobuses provinciales. Tiene claro que es mejor vivir con poco, pero honradamente, pero con abundancia producto de la ilegalidad.; además, comprobó la validez el principio Escritural: “El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia.” (Proverbios 28:13).

De pasos hacia el cambio

Todos los seres humanos estamos llamados a considerar tres cosas fundamentales, si nos asiste el propósito de cambiar:

Deja un comentario