Mirando a la cima

Ningún alpinista se le ocurriría subir sin los utensilios, como podemos pensar que nosotros lo lograremos sino ayunamos, no buscamos la guianza de Dios para nuestras vidas, sino escudriñamos las escrituras para saber cuál es la voluntad del Padre, sino oramos para continuar,simplemente las inclemencias del tiempo nos afectaran y no podremos llegar nunca a la cima.

El error de muchos alpinistas es que con la medida que ascienden desvían la mirada de las cosas en las cuales estaban enfocados es decir el entorno que ahora les comienza a rodear marcan más que la visión con la cual comenzaron la travesía.

En el texto áureo el apóstol Pablo anima a poner la mirada en las cosas de arriba porque él sabía que resulta más fácil caer cuando ya se encuentra a cierta altura con solo desviar la mirada, pues esta causa un desbalance.

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.” Filipenses 4:11-12

Cuando mantenemos la mirada en la cima, es cuando como el Apóstol Pablo no nos mueve la situación, es cuando aún sin tener nada en la mesa podemos decir no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.

Es cuando estamos seguros que: Jehová es nuestro pastor y nada nos faltara.

Es pasar por la adversidad y reconocer que aun en medio del problema A los que amamos a Dios, todo obrara para bien.

Esto es simplemente estar enfocados.

Hoy en día producto de la situación que nos ha tocado vivir son muchos los que ponen la mirada en las cosas terrenales y dejan de mirar a la cima, tristemente les digo pueden caer sino retornan su mirada.

Los alpinistas en la medida que ascienden se enfrentan a mayores peligros a mayor altitud la temperatura desciende el frio se apodera de sus cuerpos y la falta de oxígeno se hace presente, provocando fatiga y retardo en su ascenso.

Como cristianos no estamos exceptos a que esto suceda en nuestras vidas, los soldados que están en la primera línea de combate son los que con mayor fuerza reciben los embates del enemigo.

En la medida que asciendas más  difícil será el clima espiritual, el oxígeno puede escasear pero recuerda cuando comenzaste Jesús nos equipó con todo lo necesario echemos mano de las herramientas espirituales y continuemos esta  carrera. La cima estará cada vez más cerca en la medida que demos un paso más.

Los alpinistas en su ascenso en ocasiones son sorprendidos por grandes avalanchas de nieve que se desprenden sin previo aviso, por lo que tienen que estar preparados siempre a alcanzar pequeñas aberturas entre las rocas para usarlas como refugio.

En nuestra vida estas avalanchas de problemas están al orden del día, se levantan y sin pensar pueden causar grandes desastres en nuestras vidas. Pero qué bueno que al igual que estos deportistas podamos encontrar en la oración, en la palabra el pronto refugio y solución a nuestros problemas y así poder poner rodilla en suelo orar y continuar nuestra travesía con nuevas fuerzas renovadas.

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