Rut 1:17 Una promesa de Amor

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Prédica de Hoy: Rut 1:17 Una Promesa de Amor

Mensajes Cristianos. Texto bíblico: Rut 1:17 “Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.“

Introducción

Hace un par de años me encontraba en medio de una ceremonia de matrimonio. El pastor que iba a oficiar ese día realizó la liturgia debida y yo estaba esperando la parte principal para un predicador, a saber, la homilía.

Una de las cosas que más me sorprendió es cuando el pastor anunció el texto Bíblico en el que se iba a basar. Él dijo “en el libro de Rut…” Inmediatamente comencé a pensar ¿Qué será lo que va a decir? Normalmente, se habla de 1 Corintios 13, Cantares o Eclesiastés.

Pese a lo anterior, descubrí en ese momento que Rut 1:16-17 es una de las mayores promesas de amor que hay en la Biblia. Quizá solo sea superada por las promesas de Dios y, aunque no está en un contexto romántico, es totalmente aplicable al amor puro en todos los sentidos.

Rut 1:15 la petición de Noemí

Después de todo el momento de dificultad que habían pasado Noemí intenta librar a su nuera del sufrimiento dándole la oportunidad de alejarse y vivir una vida de acuerdo a las leyes de su pueblo. Rut no tenía necesidad alguna de irse con Noemí y podía fácilmente seguir el camino de Orfa.

Este pasaje nos enseña un gran principio del amor. El amor debe buscar lo mejor para el otro. Noemí no pensó en ella, sino que buscó que su amada nuera tomara un rumbo que le diera mejores frutos. Sin embargo, Rut le respondió de la misma manera.

Rut 1:16-17 El amor mutuo

La respuesta de Rut registrada en los dos siguientes versículos de Rut 1 muestran la bendición de tener un amor mutuo. No solo Noemí amaba a su nuera y quería lo mejor para ella, sino que Rut sentía el mismo amor por ella y también le deseaba lo mejor.

Cuando Rut le dice “no me ruegues que te deje” está dando una declaración de: “estaré contigo por siempre“. Es un compromiso de compañía y apoyo en la situación difícil por la que estaban pasando. Esto se convirtió en una prueba de amor para todos los tiempos.

Además de lo anterior Rut sigue diciendo “tu Dios será mi Dios” y “solo la muerte hará separación entre nosotras dos”. Cada una de las frases que expresa esta moabita está cargada de un amor sincero. Tienen una preocupación real y de un anhelo de acompañar a su suegra en esos momentos tan cruciales.

Cada día nosotros fortalecemos, creamos o destruimos los vínculos que tenemos con nuestros semejantes. En la actualidad el amor es fugaz y los compromisos vanos para muchos. Sin embargo, este pasaje nos recuerda la belleza del amor mutuo y la bendición que es contar con alguien para toda la vida.

En el segundo libro de Reyes capítulo 2 Elías y Eliseo protagonizan un evento similar. Elías le pide a Eliseo que se quedara en Gilgal mientras él iba a Bethel. Pero, la respuesta de Eliseo fue: ” Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.”

¿Te gustaría que alguien te expresara un amor así? ¡Claro que sí! Todos lo queremos. Así que, es momento de comenzar a cambiar esa mentalidad y buscar verdaderos vínculos. Sin embargo, para que esto suceda debes empezar por ser tú quien brinde un amor incondicional y para siempre.

Un amor sin igual

Pese a que las demostraciones de amor de Rut y Eliseo son osadas y comprometidas, no hay mayor amor que el de Dios por nosotros. Él ha hecho todo por nosotros y es más que seguro que no nos dejará.

Hay un pasaje en el nuevo testamento donde sucede todo lo contrario. Jesús iba caminando con dos hombres y al final ellos le dicen: “quédate con nosotros“. El versículo en sus últimas palabras dice: “Entró, pues, a quedarse con ellos” (Lucas 24:29)

El amor de Dios es sin igual, siempre nos busca, no nos abandona y es por la eternidad. Debemos responder a ese amor de la forma correcta, como Noemí con Rut que al final la aceptó y la amó como a una hija.

Aceptemos hoy el amor de Dios, prometamos caminar con él por la eternidad, invitémoslo a que esté con nosotros. Él estará no solo dispuesto a estar con nosotros para siempre, sino que nos transformará y cada día nos enseñará a amar verdaderamente.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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