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Le será contado por pecado

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Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Le será contado por pecado

Mensajes Cristianos Lectura Bíblica: Santiago 4:11-17

Introducción

La responsabilidad que cada creyente tiene se corresponde a los dones, talentos, o ministerios que el Señor le ha entregado. Por lo tanto, es normal que quien tiene más de Dios se sienta más responsable de hacer todo lo que está a su alcance, tanto en la obra de Dios, como en cada ambiente en que desarrolla su vida.

El tema es que si no lo hace, la Biblia dice que esa persona comete una falta grave ante Dios, falta que es un pecado. Esto es para todos los hombres, pero muy especialmente para el creyente, pues fue salvado de la muerte y del juicio por la única persona que podía hacerlo, nuestro Señor Jesucristo, el Salvador.

En Marcos 14:6-8 vemos que Jesús decía:

Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura”.

Ella sabía cómo hacer el bien y lo hizo; ahora, nosotros, cada uno de nosotros, ¿hacemos siempre el bien que sabemos hacer?.

Texto Biblico: 

Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?.¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.

Conscientes de lo bueno y lo malo

Podríamos decir que en todo momento estamos conscientes de lo bueno y lo malo. La realidad es que es muy difícil que hagamos algo que no estemos seguros si es bueno o malo, porque como creyentes todos sabemos que cosas agradan a Dios y que cosas no.

Si nos examináramos un poco deberíamos confesar que en muchas ocasiones sabemos que tenemos que hacer lo bueno, pero terminamos haciendo lo malo. Y la Nueva Traducción Viviente de la Biblia habla diciendo: “Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerloSantiago 4:17. Más claro y expresivo es imposible.

Y este es un pecado que la mayoría cometemos pues sabemos lo que se tenemos que hacer, o lo que es bueno, y no lo hacemos. Esto se debe a que hay una gran diferencia entre saber, y hacer, por lo que el Señor nos dice:

Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que haceSantiago 1:22-25

Lo que sucede es que la mayoría somos excelentes para la teoría, pero malísimos para la práctica.

¿Has pensado qué es lo que sabes que tienes que hacer y no lo estás haciendo? ¿Qué es eso que Dios te ha estado recordando que tiene que hacer y livianamente has hecho oídos sordos a su llamado de atención?.

Como verdaderos cristianos, cuando el Señor insiste sobre algo que tenemos que hacer, ¡debemos hacerlo! Pues no se cansara de recordarnos por todos los medios aquello que puso dentro nuestro para su obra y no lo estamos usando.  Entonces, quizá a través de una alabanza te hablara sobre lo que tienes que hacer.

Quizá escucharas una predicación que te lo dice claramente, quizá escucharás un testimonio que te recuerde que es lo que tienes que hacer. Sin embargo, la mayoría nos hacemos sordos y ciegos a los llamados de atención y a las instrucciones que el Señor nos da. Y a veces obedecemos recién cuando vemos que estamos entre la espada y la pared, es decir, cuando estamos en grandes problemas.

Muchas veces se pone énfasis en el cuidado que debe tener el cristiano de no cometer pecados evitando comportamientos y actividades pecaminosas. De esta manera, el cristiano que asume un compromiso serio con el Señor intenta no participar de nada que dañe su relación con el Señor, tal como la mentira, el engaño, o las relaciones ilícitas.

Pero esto puede llevar a una persona a una falsa seguridad al creer que está aprobada al no haber cometido ninguno de estos pecados. Pero Santiago nos está diciendo que para vivir una vida cristiana no es suficiente con evitar el mal, aunque es una parte importante del compromiso, y para vivir la vida espiritual a pleno debemos estar dispuestos a involucrarnos con aquello que sabemos es bueno.

Extender el reino

El Señor nos llama a estar involucrados en lo bueno y a extender el reino. Lo que significa dejar una vida de comodidad, donde nuestra actividad cristiana consiste en no transitar por el camino errado, para estar activamente involucrados en promover el bien y extender el reino, imitando el compromiso de nuestro Padre que, viendo nuestra condición perdida, tomó la decisión de hacer algo por nosotros.

Entonces, al ver a nuestro alrededor personas atrapadas en el pecado y la maldad, debemos hacer a un lado nuestros propios intereses para buscar el bien del prójimo, por eso Santiago quiere que entendamos que no hacer lo bueno es tan condenable como hacer lo malo.

Si vemos la parábola del buen samaritano, pareciera que la actitud del sacerdote y el levita, que pasaron al lado del hombre herido, fue negligencia, pero a la luz de Santiago, su falta de compromiso le fue contado como pecado, pues sabían lo que debían hacer pero no quisieron comprometerse.

Las personas se lamentan después de que han pecado y todo parece que sigue igual y que la culpa es de Dios, aun cuando Dios dijo que todo pecado tiene su salario, y que lo cobra siempre. Dios está dando tiempo para que las cristianos se convenzan que sus obras y corazones tendrán que ser transformados.

Pero usan ese tiempo para pensar y convencerse que Dios no existe y que si nadie les dice nada, entonces pueden seguir pecando, o creciendo en sus muchos pecados, y aunque “estuviesen en medio de ella Noé, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehová el Señor, no librarían a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarían solamente sus propias vidasEzequiel 14:20.

Existen aquellos cuyo pecado no tiene vuelta, aquellos que prosperan pensando que Dios está con ellos, y no se dan cuenta de que el diablo los hace prosperar para que no piensen en volver a los caminos sanos del evangelio.

El diablo se señorea sobre ellos porque sabe de la vanidad del hombre, que su fuerza es inútil y su garganta llena de palabrería fácil, entonces el diablo está del lado de ellos para que no se arrepientan. Dijo Dios: “Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirseApocalipsis 2:21, y mientras le era dado tiempo de arrepentimiento lo aprovechan para pecar aún más, pensando que nada le sucederá a causa de la prosperidad en sus muchos pecados asumiendo que pueden seguir haciendo todo lo que hacían.

La misericordia de Dios

La misericordia de Dios en dar tiempo a que se arrepientan es usada para el pecado, su tiempo de muerte puede hasta haber sido aplazado un poco, como fue con el rey Ezequías, 2 Reyes 20:5, pero no lo notan, y en vez de entender y buscar la verdad de los hechos por la fe ocupan ese tiempo para gloriarse y agrandar aún más su pecado, ahora dice el Señor: “Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eternoIsaías 55:2-3.

Conclusión

Hoy quiero invitarte a dejar de lado tu voluntad, tus sentimientos, tu soberbia, tu orgullo, lo que quisieras humanamente hacer, para comenzar a obedecer la voz de Dios y su Palabra. Y aunque en la práctica se te haga muy difícil, como hombres y mujeres de Dios debemos intentarlo. Pues “al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”.

Hacer lo bueno no es fácil, pero tampoco es imposible. Solo necesitamos valor, determinación y sobre todo estar cerca de Dios para hacer su voluntad y no la nuestra, un Dios que te manda que te esfuerces y seas valiente.

Piensa, ¿qué es lo que te ha estado diciendo que tienes que hacer? ¿Qué estás esperando para hacerlo?, ¿Cuántas confirmaciones necesitas? ¿Qué tiene que pasar para que comprendas que necesitas hacer lo bueno?

© Elena Torres. Todos los derechos reservados.

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