Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Prédica de Hoy: Protege a tus Hijos con el Poder de Dios
Lectura Bíblica: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.” Salmo 127:3
Tema: El Poder de Dios Frente a las Drogas: Cómo Proteger a Nuestros Hijos
Introducción
Hoy, enfrentamos una crisis devastadora: la epidemia del fentanilo. Esta droga ha causado la muerte de miles de jóvenes en los Estados Unidos, dejando a familias rotas y comunidades en duelo. El enemigo usa esta y otras drogas como herramientas de destrucción, llevándolos por un camino de desesperación y, en muchos casos, a una muerte temprana. Como padres y madres cristianos, debemos estar atentos y preparados para enfrentar este flagelo. Preguntémonos: ¿qué estamos haciendo para proteger a nuestros hijos de esta trampa mortal?
Muchos jóvenes recurren a las drogas buscando una escapatoria rápida a problemas de incomprensión, falta de amor o miedo al futuro. Sin embargo, lo que parece una solución temporal solo agrava el problema. Las consecuencias son devastadoras tanto para el cuerpo como para el espíritu. Pero hay esperanza: la Palabra de Dios es nuestra guía y fortaleza en medio de esta tormenta.
I. Los Efectos Devastadores de las Drogas
Las drogas, como el fentanilo, destruyen no solo el cuerpo, sino también el alma. Son una trampa mortal que atrapa a nuestros jóvenes con falsas promesas de alivio. ¿Cuántos más deben morir antes de que tomemos acción?
a) Estimulantes: Estas drogas, como la cocaína, funcionan como el viento violento de una tormenta. Ofrecen energía momentánea, pero dejan cicatrices profundas en el cuerpo, afectando el sistema nervioso y el corazón.
b) Depresores: El fentanilo y otros opioides son como una neblina oscura que nubla la mente y el alma. Prometen alivio del dolor, pero sumen a las personas en un ciclo de dependencia que muchas veces termina en muerte. Solo en los últimos años, miles de jóvenes han perdido la vida a causa de esta droga en Estados Unidos.
c) Alucinógenos: Sustancias como el LSD y la marihuana ofrecen espejismos de paz. Sin embargo, solo conducen a una desconexión de la realidad, creando más caos y desesperación.
II. El Engaño del Enemigo
El enemigo utiliza las drogas para engañar y destruir. Las drogas como el fentanilo prometen alivio rápido, pero a cambio roban vidas, dejando a familias devastadas. ¿Cómo protegemos a nuestros hijos? La Biblia nos ofrece las respuestas.
a) Cuidar la herencia: Salmo 127:3 nos recuerda que nuestros hijos son un regalo de Dios. Si recibimos una herencia preciosa, ¿no debemos protegerla con todo nuestro ser? Debemos estar vigilantes para que el enemigo no nos robe a nuestros hijos.
b) El poder de la Palabra: Isaías 55:11 nos asegura que la Palabra de Dios no volverá vacía. Cuando sembramos Su Palabra en el corazón de nuestros hijos, eventualmente dará fruto. Dios está trabajando, incluso cuando no lo vemos.
c) Rescatar al caído: Como nos dice Santiago 5:20, si ayudamos a alguien a regresar del error, salvamos un alma de la muerte. Aun cuando nuestros hijos se desvíen, debemos estar allí para guiarlos de vuelta con amor y paciencia.
III. Un Testimonio de Advertencia y Esperanza
Permíteme contarte la historia de un joven de 16 años que cayó en las garras de la drogadicción. Su historia es un testimonio de advertencia, pero también de esperanza.
Este joven comenzó con “solo un cigarrillo” de marihuana. Al principio, todo parecía bajo control, pero pronto se encontró atrapado. Su adicción lo llevó a robar a su propia familia y a vender partes del taxi de su tío para comprar más drogas. Este ciclo lo hundió en una espiral de destrucción.
a) La trampa mortal: El enemigo le hizo creer que todo era placentero y fácil. Pero cuando necesitaba más, esos amigos que le ofrecieron drogas desaparecieron, y él quedó solo en su desesperación.
b) La misericordia de Dios: A pesar de su caída, este joven encontró esperanza. Como padres, debemos recordar que Dios tiene el poder de rescatar a nuestros hijos, sin importar cuán lejos hayan caído.
c) El poder del amor de una madre: Una madre nunca se rinde. Su amor es como un faro en medio de una tormenta, guiando a sus hijos de regreso a la seguridad. Juan 16:33 nos dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo“. No importa cuán difícil sea la batalla, Cristo ya ha ganado la victoria.
Aplicación
Hoy, ante la crisis del fentanilo y otras drogas, no podemos quedarnos de brazos cruzados. Dios nos ha dado el amor, la paciencia y Su Palabra como armas poderosas. Preguntémonos: ¿estamos usando estas armas para proteger a nuestros hijos?
Si conoces a un joven que está luchando con las drogas, busca ayuda hoy. Hay consejeros, grupos de apoyo y profesionales listos para ayudar. Pero, sobre todo, lleva a tus hijos a Cristo. Él es el único que puede darles la verdadera libertad.
Conclusión
El enemigo está atacando ferozmente, pero como padres, debemos ser más fuertes. Dios nos ha confiado una herencia valiosa: nuestros hijos. Es nuestra responsabilidad protegerlos y guiarlos con amor y con Su Palabra. No importa cuán oscuro sea el camino que hayan tomado, Dios puede rescatarlos. Confiemos en Su poder para vencer.
Que la bendición de Dios esté sobre ti y tu familia. Amén.
© Hilda Hernández. Todos los derechos reservados.