Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Prédica de Hoy: Rechazando Halloween
Lectura Bíblica: “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.” Efesios 5:11
Introducción
En los últimos años, Halloween ha ganado popularidad en varias partes del mundo, incluyendo algunos países de habla hispana, debido a la influencia cultural global. Sin embargo, como cristianos, debemos evaluar cuidadosamente lo que esta festividad representa y cómo se opone a nuestra fe.
Para muchos, es solo una noche de diversión, disfraces y dulces. Sin embargo, como cristianos, debemos preguntarnos: ¿es esto compatible con nuestra fe? La verdad es que Halloween tiene raíces profundamente paganas y oscuras. Esta festividad se basa en el miedo, lo macabro, y la muerte, valores que van directamente en contra de lo que la Palabra de Dios nos enseña.
Es crucial que, como padres cristianos, no solo rechacemos esta festividad, sino que también instruyamos a nuestros hijos sobre por qué no debemos participar en ella. No debemos ofrecer “alternativas” para que Halloween parezca inofensivo. Al contrario, debemos dejar claro que esta celebración va en contra de los principios bíblicos y de nuestra fe en Cristo.
I. El Origen Oscuro de Halloween
Halloween no es simplemente un día de disfraces y diversión. Sus raíces provienen de antiguas prácticas paganas.
a) Festival Pagano: Halloween tiene sus orígenes en el festival celta de Samhain, una celebración donde se creía que los muertos regresaban a la tierra y los espíritus malignos caminaban entre los vivos. Los celtas encendían fogatas y usaban disfraces para ahuyentar a estos espíritus. Aunque hoy en día Halloween parece inofensivo, no podemos ignorar su origen profundamente espiritual y oscuro.
b) Celebración de la Muerte: Halloween glorifica la muerte, el miedo y lo macabro. Como cristianos, sabemos que la muerte ha sido vencida por Cristo en la cruz, y que no debemos celebrar ni honrar lo que Jesús ha vencido. 1 Corintios 15:55 dice: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?“
c) Influencia del Enemigo: El enemigo usa Halloween para introducir elementos de oscuridad y miedo en los corazones de los niños y las familias. Como cristianos, no podemos permitir que nuestras casas se llenen de imágenes que glorifican la muerte, los demonios o el mal. Debemos ser claros: Halloween no es una festividad para los hijos de Dios.
II. ¿Por Qué No Debemos Participar?
Muchos piensan que es suficiente ofrecer “alternativas” cristianas para Halloween. Sin embargo, esto solo minimiza la gravedad de la festividad. No se trata de dar dulces o hacer actividades “inocentes”, sino de comprender el trasfondo espiritual que va en contra de la Palabra de Dios.
a) No Podemos Mezclar Luz con Oscuridad: 2 Corintios 6:14 nos dice claramente: “¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas?” Como creyentes, no podemos mezclar lo santo con lo profano. Participar en Halloween, incluso ofreciendo alternativas “inocentes”, sigue involucrándonos en una festividad que glorifica lo que Dios aborrece.
b) Enseñando a Nuestros Hijos: Es nuestra responsabilidad como madres cristianas instruir a nuestros hijos en la verdad. Ellos deben entender que Halloween, aunque presentado como algo inofensivo, está basado en principios que son contrarios a nuestra fe. En lugar de participar, debemos usar este tiempo para enseñarles sobre la luz de Cristo y cómo debemos caminar en esa luz. Proverbios 22:6 nos recuerda que debemos “instruir al niño en su camino,” y este es uno de esos momentos cruciales.
c) Reprendiendo las Tinieblas: En lugar de ofrecer alternativas, debemos ser claros al decir “no” a Halloween y reprender las tinieblas. Efesios 5:11 nos exhorta a no participar en las obras de las tinieblas, sino a reprenderlas. No se trata de acomodar la cultura a nuestra fe, sino de ser un testimonio claro y firme de lo que creemos.
III. Instruyendo a Nuestros Hijos en la Verdad
Es esencial que, como madres, expliquemos a nuestros hijos por qué no celebramos Halloween. No debemos quedarnos en la superficie diciendo simplemente “no,” sino tomar tiempo para guiarlos a través de las Escrituras y enseñarles la verdad.
a) Halloween Va en Contra de la Luz de Cristo: Debemos hacerles entender que, como hijos de Dios, estamos llamados a ser luz en medio de un mundo oscuro. Halloween representa lo contrario: celebra la oscuridad, el miedo y la muerte. Juan 8:12 dice que Jesús es la luz del mundo, y nosotros debemos reflejar esa luz, no caminar en tinieblas.
b) Jesús Nos Llama a Separarnos del Mundo: Nuestros hijos deben aprender que ser cristiano significa ser diferente. No seguimos las costumbres del mundo solo porque son populares o porque “todos lo hacen.” En Romanos 12:2, se nos llama a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestro entendimiento.
c) Preparando a Nuestros Hijos para la Vida Cristiana: Este es un momento importante para enseñarles que no todas las cosas que el mundo celebra son buenas o correctas. Debemos prepararlos para discernir entre lo que es de Dios y lo que no lo es. Al decir “no” a Halloween, les enseñamos a tomar decisiones basadas en la verdad de la Biblia, no en la presión cultural.
Aplicación
Amada madre, este es un tiempo para tomar una postura firme en contra de Halloween. No necesitamos disfrazar la verdad ni ofrecer alternativas para que nuestros hijos “no se sientan excluidos.” Al contrario, debemos aprovechar esta oportunidad para enseñarles lo que significa caminar en la luz de Cristo y rechazar las obras de las tinieblas.
Toma tiempo para hablar con tus hijos, explica de dónde viene esta festividad y por qué no es algo que como cristianos debamos celebrar. Enséñales que ser fieles a Dios a veces significa decir “no” a lo que el mundo celebra. Es un acto de obediencia y fe.
Conclusión
Halloween no es solo una festividad más; es una celebración que glorifica la muerte, el miedo y lo oculto. Como cristianos, debemos rechazarla completamente. No necesitamos ofrecer alternativas, sino ser claros en nuestra postura y enseñar a nuestros hijos que caminar con Cristo significa separarnos de las obras de las tinieblas.
Que la luz de Cristo brille en tu vida y en la de tu familia, y que seas un faro de verdad en un mundo lleno de oscuridad. Amén.
© Hilda Hernández. Todos los derechos reservados.