Ante el vació existencial | Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Texto base: “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?” Eclesiastés 1:2-3
INTRODUCCIÓN
Federico Nietzsche afirmó que, al decirle a la sociedad occidental que “Dios ha muerto”, esto produciría un gran vacío existencial. Y la verdad es que cuando el hombre niega la existencia de Dios, se encamina inevitablemente a ese abismo de desesperación y sin sentido.
Salomón, el hombre más sabio de su tiempo, buscó llenar su vida con diferentes cosas, intentando hallar reposo y significado. Sin embargo, tras recorrer un largo camino de exploración, llegó a la conclusión de que todo era vanidad. Hoy aprenderemos de este sabio rey y entenderemos que la plenitud, la felicidad y la solución al vacío existencial solo se encuentran en Dios.
1. LAS RIQUEZAS NO LLENAN EL CORAZÓN
Salomón acumuló grandes riquezas, convirtiéndose en el hombre más próspero de su época. Su palacio estaba lleno de oro, sus arcas rebosaban de tesoros y el mundo lo reconocía como un monarca sin igual en esplendor. Sin embargo, su conclusión fue desalentadora: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad” (Eclesiastés 5:10).
Hoy, muchos creen que la felicidad está en el éxito financiero, pero vemos que incluso multimillonarios que han alcanzado todo lo que el dinero puede comprar terminan sintiéndose vacíos. ¿Cuántos famosos han caído en depresiones profundas o incluso en el suicidio, a pesar de tenerlo todo? La prosperidad material no puede llenar el alma del hombre ni darle verdadera satisfacción.
2. EL CONOCIMIENTO SIN DIOS SOLO AUMENTA EL DOLOR
Salomón también buscó sentido en la sabiduría y el conocimiento. Su mente era brillante y su sed de aprendizaje insaciable. Sin embargo, a pesar de todo su aprendizaje, concluyó que “en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor” (Eclesiastés 1:18).
El avance intelectual y científico ha sido impresionante a lo largo de la historia. Pero, ¿ha hecho esto más feliz a la humanidad? La ciencia puede explicar cómo funcionan las cosas, pero no puede dar sentido a la existencia. Sin Dios, el conocimiento humano es limitado y solo deja más preguntas sin respuesta. Por eso, Pablo dijo: “El conocimiento envanece, pero el amor edifica” (1 Corintios 8:1). La verdadera sabiduría está en conocer a Dios y seguir sus caminos.
3. LOS PLACERES SON EFÍMEROS
Salomón se entregó a todo tipo de placeres, esperando hallar alegría en ellos: “No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno” (Eclesiastés 2:10). Tuvo fiestas, músicos, vino, riquezas y cientos de mujeres.
No había nada que deseara que no pudiera obtener. Sin embargo, descubrió que el gozo pasajero no da sentido a la vida: “Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí, esto también era vanidad” (Eclesiastés 2:1).
¿Cuántos hoy viven buscando la felicidad en el placer? Algunos en fiestas, otros en drogas, en relaciones ilícitas o en diversiones sin límite. Pero después de cada fiesta viene la resaca, después de cada placer viene la insatisfacción. Solo en Dios se encuentra el gozo duradero y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
4. EL TRABAJO SIN DIOS ES FATIGA Y FRUSTRACIÓN
Muchos buscan sentido en el trabajo arduo, esperando encontrar satisfacción en sus logros. Salomón trabajó y edificó grandes obras, plantó viñedos, diseñó jardines y acumuló bienes. Pero al final, su conclusión fue clara: “Aborrecí, por tanto, la vida, porque me era penoso todo cuanto se hace debajo del sol” (Eclesiastés 2:17).
El trabajo es una bendición cuando se hace para la gloria de Dios, pero cuando se convierte en el centro de nuestra existencia, nos consume. ¿De qué sirve ganar el mundo si se pierde el alma? (Marcos 8:36). No debemos trabajar solo para acumular bienes, sino para glorificar a Dios con lo que hacemos.
5. SOLO CRISTO LLENA EL VACÍO
La búsqueda de sentido fuera de Dios es una carrera sin meta. Salomón finalmente declaró: “El fin de todo el discurso es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés 12:13).
Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Sin Él, el hombre está perdido, sin dirección ni propósito. Solo en Cristo encontramos el significado de la vida, la plenitud que tanto anhelamos y la paz verdadera.
CONCLUSIÓN
Si en algún momento te has sentido vacío, sin sentido en tu vida, quiero decirte que Cristo es la respuesta. La riqueza, el conocimiento, el placer o el trabajo nunca llenarán tu corazón. Solo Dios puede dar propósito a tu existencia. Él nos ha creado con un propósito eterno, y fuera de Él, todo es vanidad.
Si aún no has entregado tu vida a Cristo, hoy es el día. No sigas buscando en lugares equivocados. Él está esperando con los brazos abiertos para darte una vida abundante y llena de propósito.
Consejo final:
Practica el devocional diario, sirve en la iglesia y fortalece tu comunión con Dios. En Él está la plenitud.
¡Que Dios nos ayude a vivir con propósito y con la mirada puesta en la eternidad!
Amén.
© Samuel Cardozo. Todos los derechos reservados.
Muchaa gracias por tan edificante mensaje, que Dios lo siga usando como canal de bendición para muchos incluyéndome a mi