Fe mueve la mano de Dios

Central de Sermones

Fe mueve la mano de Dios

Fe mueve la mano de Dios

0
(0)

Fe mueve la mano de Dios | Mensajes Cristianos

Mensajes Cristianos Texto Base: “Entonces le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!” Mateo 9:27

Tema: La fe de dos hombres ciegos que recibieron su milagro

Introducción

No sé tú, pero yo no vine hoy solo por rutina. Vine esperando algo del cielo. Porque cuando uno se presenta delante de Dios con fe verdadera, pasan cosas que la lógica no puede explicar.

Eso es un milagro: una intervención divina que rompe lo natural. No es casualidad, no es energía, no es suerte. Es Dios actuando donde la medicina no llega, donde la lógica no alcanza.

Jesús hizo milagros de todo tipo: sanó enfermos, resucitó muertos, calmó tormentas. Y aún hoy lo sigue haciendo. Yo lo he visto. Sanó a un niño cuando ya no había esperanza. Liberó a hombres del alcoholismo cuando nadie más podía. Y puede hacerlo contigo también.

En esta historia, dos ciegos recibieron su vista. Pero antes del milagro, hubo algo que abrió la puerta del cielo: su fe.

I. No dejes pasar tu momento – Jesús está aquí

(Mateo 9:27a)

El texto dice: “Pasando Jesús por allí…”

Eso nos recuerda algo: Jesús no se queda quieto. Él pasa. Él se mueve. Y cuando pasa, hay que moverse también. Porque no siempre va a estar allí mañana.

Los ciegos no lo podían ver, pero lo escucharon. Y decidieron seguirlo. No se detuvieron por su condición. No se lamentaron por lo que no podían hacer. Ellos hicieron lo que sí podían: clamar.

“Le siguieron…” (vers. 27b)

  • ¿Y tú? ¿A quién estás siguiendo hoy?
  • ¿A la ciencia? ¿A tu trabajo? ¿A un influencer? ¿A una religión?
  • ¿O estás siguiendo al que puede abrir tus ojos?

II. El clamor humilde mueve el corazón de Dios

(Mateo 9:27c – 28a)

Los dos clamaron: “Ten misericordia de nosotros.”

Eso no es una frase bonita. Es una súplica desde el fondo del alma. Ellos sabían que no tenían méritos. No exigieron. No negociaron. Solo se humillaron.

Y entonces Jesús les hace una pregunta que no se puede responder a la ligera:

“¿Creéis que puedo hacer esto?”

Esa es la misma pregunta que te hace hoy a ti: ¿De verdad crees que Él puede?

No si eres evangélico, o católico, o pentecostal. No si fuiste criado en la iglesia.
Jesús no está preguntando tu religión. Está preguntando tu fe.

Y ellos respondieron con firmeza:

“Sí, Señor.” (vers. 28b)

  • No dijeron: “quizás”, ni “depende”, ni “pero cómo”.
  • Dijeron sí. Confiados. Sin condiciones.

III. La fe es la llave que abre la puerta del milagro

(Mateo 9:29–30)

“Conforme a vuestra fe os sea hecho.”

Jesús no tocó primero. No oró primero. Primero midió su fe. Y fue la fe de ellos la que abrió el cielo. No la de un predicador. No un aceite. No una cadena de oración. La fe de ellos.

Muchos piensan que estos milagros fueron solo para el pasado. Pero yo te digo algo: Dios no ha cambiado. La fe sigue moviendo Su mano.

No fue una “ceguera emocional”. No fue psicológico. Fue poder sobrenatural. Jesús los tocó… y abrieron los ojos.

Conclusión

El milagro vino porque creyeron. Porque siguieron a Jesús. Porque no se quedaron callados ni se conformaron con la oscuridad.

Y tú, ¿qué harás con este momento? Jesús sigue pasando. Sigue preguntando: “¿Crees que puedo hacerlo?”

Si tu respuesta es **“Sí, Señor”… prepárate. Porque la fe que mueve la mano de Dios sigue viva. Y hoy puede ser el día en que tus ojos también se abran.

“Al que cree, todo le es posible.” (Marcos 9:23)

Central de Sermones | Mensajes Cristianos

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Central de Sermones
Autor

Central de Sermones

Central de Sermones es una plataforma confiable y consolidada que ofrece miles de predicas cristianas, estudios bíblicos y mensajes cristianos, preparados especialmente para pastores, maestros, líderes cristianos y creyentes en general. Únete a nuestra comunidad global que comparte la Palabra de Dios con claridad y convicción. Descubre las mejores herramientas para enriquecer tus predicas cristianas, profundizar tus estudios bíblicos, y entregar mensajes cristianos sólidos que fortalezcan la fe y guíen a tu congregación con excelencia.

Deja un comentario